Desde hace varios años el peligro que tienen varias especies animales de desaparecer es latente y en este caso el Oso Frontino no es la excepción.
Llamado también como Oso Andino, podemos conseguirlo en Venezuela en el estado Lara, los Andes, la Sierra de Perijá y Portuguesa.
El Frontino es el único oso que en la actualidad habita en América del Sur y el superviviente de la subfamilia Tremarctinae.
Su gestación puede durar entre 5 y 11 meses, debido a la reimplantación del embrión en la pared del útero de la hembra. Las crías al nacer pesan entre 250 y 500 gramos. Nacen con los párpados cerrados y cubiertos de pelaje fetal muy corto y sedoso.
También es conocido por otros nombres como Oso de Anteojos, Conerre, El Oso, Mashiramo, Oso Negro, Salvaje Tamanco achi, Oso Real, Tomasito. Los dos últimos reflejan leyendas populares que consideran al oso como un ser mitad humano y mitad bestia.
Es de color uniforme, negro o marrón muy oscuro. Su hocico es corto y tiene manchas de color blanco que se extienden alrededor de la nariz y los ojos. Tiene cinco dedos con garras largas y curvas no retráctiles, y las plantas de las patas poseen membranas interdigitales que le ayudan a trepar árboles.
Se estima que en 2004 quedaban 18.250 de esta especie en vida silvestre, pero, ha sido intensamente cazado por el hombre. Algunos lo consideran una “plaga” y otros solo lo matan por deporte o supersticiones pues se cree que sus garras ofrecen propiedades muy beneficiosas.