La pregunta refiere a la situación de la pandemia universal sufrida, a la que sumamos una re-pandemia producto de “concentración viral” por hiperinflación, recesión, caos institucional, hambre a varios niveles, servicios que no sirven, salud muy enferma, y adornando el festín, sin combustibles (que vergüenza) el país con el mayor complejo refinador del mundo y las más grandes reservas de hidrocarburos del planeta –una guará— suficiente para que sea un problema similar al Teorema de Fermat, y no obstante su dificultad, encontrarle repuesta.
Los científicos están de acuerdo que una teoría debe ser simple y sencilla. Creo que una repuesta puede ampararse en igual criterio Y lo más simple en este embrollo es decir al Sr. Presidente de la República, a su partido y a quienes les apoyen –-con el debido respeto, firmeza y sustento argumental— las siguientes palabras:
—Señores, lo han hecho mal, muy mal.
Afirmación demostrable con ver cifras, estadísticas y los catastróficos resultados obtenidos. Números, tablas y comparaciones que revelando mucho del peor desastre conocido, se quedarán cortos, pues cifras y gráficas de datos no se pronuncian sobre los conceptos manejados para implementar sus programas, pocos de ellos bien organizados por surgir de ideas improvisadas al voleo y peor gerenciados. La muestra consta en decenas de alocuciones del fundador del régimen. Hablaba de cualquier asunto, enlazaba con una idea particular y en seguida:
—Fulano (a un Ministro que se le antojase, le daba lo mismo) Vamos a hacer, realizar, decretar, presupuestar un Instituto así y asao; una industria cual, porque somos una potencia…en fin lo que hubiese pasado por sus neuronas y así quedaba, anunciado, decretado e incluso presupuestado (quizás de mentiritas, o se puede presupuestar sobre la marcha una nueva partida?).
Se admite Improvisar en un caso particular, por emergencia o imprevisto, y quizás la mejor forma de manejar la bodeguita rancho de la esquina, pero no puede ser norma administrativa de un estado moderno y menos si alardea de POTENCIA. Sabe Dios lo que estudian, analizan y revisan los grandes estados para urdir un plan, por elemental que sea.
Qué decir de la gerencia, peor que peor cual demuestran las asignaciones. Hay personeros del régimen que ejercieron titularidad en cuatro Ministerios. Genialidad o locuras? No pienso en otra alternativa. A ese nivel no se considera la condición de “aprendiz”.
En cuanto a la contribución de las Fuerzas Armadas, estimulando, estructurando y alabando el famoso eje Ejército y Ciudadanía vale determinar precisiones. No se duda de su preparación académica en las artes y ciencias militares, además de las materias que les son afines, pero nombrar efectivos de alta graduación para dirigir hospitales, universidades, distribuir papas y verduras, dirigir PDVSA, o un Ministerio. Recordemos además que tanto su instrucción para el ejercicio y ejecución de sus tareas de custodia, protección y defensa, como la educación recibida, les conducen a ver el mundo en blanco y negro y a dar órdenes que son mandatos, pues la obediencia debe ser inmediata, una formación diseñada y complementada con duro entrenamiento de campo, para crear hábitos de conducta indispensables en la ejecución de labores y operaciones militares, pero generadora de ruidos, confrontación y tropiezos a granel en su inter-relación con el mundo civil, sin importar lo que pregone la propaganda institucional, en lo que son buenos.
Pasemos a un resumen comparativo importante en torno a las realizaciones de la cuarta república con la industria petrolera y la obra del régimen gobernante. La industria petrolera fue nacionalizada en 1975. El régimen imperante se inició 24 años después (1999). Período en que la industria petrolera venezolana creció, evolucionó y se desarrolló, hasta convertirse en referencia mundial de primer orden. Disponía del complejo refinador más grande del mundo (Amuay-Cardón) capacidad para refinar 960 Mbd que sumados a las del exterior (Usa, Curacao, Europa) la colocaban 3ra del ranking mundial con capacidad de refinación de 3.080.000 Bd, detrás de Exxon-Mobil y Shell. En sus plantas se elaboraban más de 200 productos diversos entre alquilato, gasolinas de motor, nafta catalítica, turbo-combustible y solventes, gasóleos, diésel, combustibles pesados de alto y de bajo contenido de azufre, aceites lubricantes, asfaltos y azufre, este último elemento como subproducto de la elaboración de combustibles, en cantidades de 6oo toneladas por día. Un gran porcentaje de esa producción se exportaba, incluso diversos tipos de gasolinas.
La garantía de calidad era avalada por más de 20.000 análisis mensuales de laboratorio certificando los productos según normas y especificaciones de American Society Testing&Materials (ASTM), American Petroleum Institute (API) y Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), controlando unas 130 propiedades específicas de los productos procesados en sus plantas, automatizados y computarizados en un 96%.
Me gustaría agregar algunos datos de la “producción” del Central Azucarero Ezequiel Zamora. Una de las primeras grandes obras decretadas por el Gobierno Revooluucionario a la que asignaron un presupuesto inicial supermillonario para ser construido en dos años y entrar en servicio exportando azúcar hasta Júpiter. Según parece aún no está concluido (20 años después) y desde luego no habrá exportado el primer kilo de azúcar.
Algo más que desearía conocer es si alguna persona sabe o puede informar del estado, condición y producción de ALCASA, VENALUM, de la exportación de mineral de hierro y del mantenimiento y operación de la Represa del Guri. Sin mencionar los proyectos de Macagua II, Caruachi y Tocoma, planificados y programados por la 4ta república.
No me queda más que convencerme del poder destructor de Trump, como acabó con tantas cosas en apenas tres años en el poder, sin dedicárnoslo a tiempo completo,porque debía atender varias cositas internacionales y el intento para “despescuezarlo” por el supuesto chanchullo electoral con la complicidad del Putín, y míralos, tan enemigos y tan guerra nevada…dime tú.
Señores del Gobierno. Es imposible que sigan hablando de diálogo constructivo, insultando a troche y moche a quien diga o piense distinto y señale lo mal que han gobernado.
No hay duda ninguna. Lo han hecho mal, muy pero muy mal y ahí quedan unos botoncitos de muestra. Tienen que admitirlo. Lo han hecho mal.
Pedro J. Lozada