Human Rights Watch y los Centros de Salud Pública y Derechos Humanos de la Universidad Johns Hopkins exhortaron a la ONU a que asuma el liderazgo para hacer frente a la compleja situación que padece Venezuela y que amenaza con agravarse por la pandemia del nuevo coronavirus.
A su vez pidieron a los gobiernos que financien las iniciativas de la ONU para atender la crisis humanitaria en la nación sudamericana.
Las organizaciones advirtieron en un informe difundido el martes que el sistema de salud venezolano se encuentra “colapsado” por la escasez de medicamentos e insumos, la interrupción del suministro de servicios públicos básicos como el agua y la emigración de trabajadores sanitarios, lo que lo deja al descubierto su “absoluta falta de preparación” para hacer frente al COVID-19.
Venezuela enfrenta la pandemia en medio de una compleja situación económica y social, agravada por una desbocada hiperinflación y una severa recesión que se ha profundizado por la cuarentena impuesta desde marzo, que ha llevado a que uno de cada tres venezolanos enfrente dificultades para consumir los mínimos nutricionales necesarios, reveló un informe de febrero del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
La crisis ha desatado en los últimos años una masiva migración de más cinco millones de personas.
El gobierno venezolano informó por la tarde que la cifra de contagios superó los 1.200 y la de fallecidos a 11. Varias infecciones se atribuyen al regreso de venezolanos en países vecinos.
Unos 50.210 venezolanos han ingresado a Venezuela por las zonas fronterizas desde que se reportaron los dos primeros casos positivos, el 13 de marzo