En la frontera, ante la vulnerabilidad que se vive por el constante ingreso de retornados que dejan países como Colombia, Ecuador y Perú frente el escenario que persiste por la Covid-19, hay medidas adicionales a la cuarentena, como el estado de aislamiento total y toque de queda, que buscan proteger a los habitantes de la pandemia.
La medida de toque de queda anunciada por el Gobierno nacional, que va desde las 4:00 p.m. hasta las 10:00 a.m. del día siguiente, se mantiene a 68 días de confinamiento. Además, quien desee pasar a los municipios Bolívar y Pedro María Ureña debe poseer un salvoconducto.
No obstante, en los últimos días, en horas de la mañana, se ha visto cierta flexibilización. Algunos grupos, la mayoría respetando las reglas sanitarias como el uso del tapaboca, suelen salir a las 8:00 a.m. o 9:00 a.m., para iniciar sus jornadas laborales.
“Cerca de las 8:00 a.m., estoy saliendo a vender el café. Solo saco un termo, pues no es mucha la gente que compra”, dijo Dilia Fuentes, desde la avenida Venezuela. “Antes, yo vendía hasta cuatro termos de café”, recalcó al rememorar el atestado tránsito de personas que registraba a diario la arteria vial que conecta con el puente internacional Simón Bolívar.
Fuentes llegó a la frontera, proveniente de Valencia, hace aproximadamente año y medio. “Al comienzo de la cuarentena y toque de queda, los funcionarios no nos permitían estar caminando antes de la hora establecida, pero han flexibilizado un poco. Tampoco es que sea mucha la gente que sale a esta hora a vender”, señaló.
Otros suelen instalar el puesto de venta de comida a las afueras de sus casas o en la acera donde le hayan otorgado el permiso, manteniendo la distancia prudencial. “¿Cómo se queda uno en la casa?, ¿Quién lleva la comida entonces?”, remató la joven de 27 años.
Después de las 4:00 p.m. reina la soledad
Ya cuando el reloj marca las 4:00 p.m., los negocios han cerrado sus santamarías y las calles lucen casi desiertas. Desde ese lapso y hasta las 7:00 a.m. del día siguiente, son muy pocos los que transgreden el toque de queda.
Los organismos de seguridad siguen recorriendo las calles y avenidas de las jurisdicciones fronterizas para vigilar por el cumplimiento de las normas.
“Yo solo espero que esto pase pronto. Ha sido muy fuerte para mí”, señaló Dilia Fuentes, migrante interna.
Lea más en www.lanacionweb.com