Los organizadores de la Copa del Mundo en Qatar están preocupados de que los aficionados no puedan viajar al torneo en el 2022 si la pandemia de coronavirus provoca una recesión global prolongada.
Se espera que muchos países en todo el mundo entren en una recesión histórica como resultado del virus, y las consecuentes medidas de confinamiento.
“Por ahora, nada está claro. Estamos entrando en una recesión”, dijo el miércoles el secretario general del comité organizador del Mundial, Hassan Al Thawadi. “Siempre existe la preocupación por la economía global y la capacidad de los aficionados para viajar, venir, participar y celebrar la Copa del Mundo”.
El calendario mundial del deporte fue paralizado. Tanto la Eurocopa como la Copa América, que debían comenzar el próximo mes, fueron aplazadas al 2021.
Qatar espera que las obras en seis de los ocho estadios se terminen a finales del año, a pesar de las interrupciones causadas por el coronavirus. La Copa del Mundo está programada para disputarse entre noviembre y diciembre del 2022, en lugar de los habituales meses de junio-julio, por lo que habrá más tiempo para que se reanuden los vuelos internacionales.
“Soy optimista de que para el 2022 hayamos superado esta pandemia colectivamente como humanidad”, dijo Al Thawadi durante una transmisión por internet. “Será una de las primeras oportunidades para que todos celebremos juntos, participemos juntos, juntemos a la gente”.
Qatar prometió que la Copa del Mundo será asequible para los aficionados pero el pequeño país petrolero se ha visto afectado por la falta de actividad económica en la mayoría de las naciones. La aerolínea estatal Qatar Airways, patrocinador del Mundial, anunció que recortará empleos, en un momento en que numerosos aviones permanecen en tierra.
“Siempre está latente la preocupación por la economía global y la facilidad que tengan los aficionados de poder viajar, venir y participar en la realización de la Copa del Mundo”, aseguró Al Thawadi en la transmisión en vivo de Leaders of Sport.
“Estamos comprometidos en conseguir un equilibrio para una Copa del Mundo asequible», añadió. «Un rango de costo asequible para los aficionados y un rango de costo con el que se pueda trabajar y funcione a la industria y los proveedores de servicios en la cadena de suministro responsable de realizar el Mundial”.
Durante tres años, Qatar ha tenido que ajustar los preparativos del torneo para lidiar con el boicot diplomático impuesto al país por Bahréin, Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, ante las acusacines de que apoya a grupos extremistas en la región. Qatar niega las acusaciones.
“Esto fue una bendición oculta en buena medida, porque nos obligó a confiar en nosotros mismos y a mirar hacia dentro”, dijo Al Thawadi acerca del boicot. “Esto nos forzó a ser mucho más resistentes… lo que nos preparó mejor para lidiar con el COVID”.