Los contagios del nuevo coronavirus no dan tregua en Chile y este jueves se informó que —durante la última jornada— cada 32 minutos murió una persona. En total se acumularon 49 fallecidos, lo que llevó el total de decesos a 589 desde la llegada del virus hace dos meses y medio a un país que tiene 57.581 contagiados.
El incremento de nuevos infectados diarios, unos 3.750 los últimos días, de los cuales unos 37 necesitarán camas de cuidados intensivos y ventiladores mecánicos, es una de las mayores preocupaciones de las autoridades, que el jueves anunciaron que a fin de mes el país contará con 3.311 unidades de uso crítico, el triple de las disponibles a comienzos de marzo en el sistema público.
El sector privado, por su parte, deberán aumentar en 150 sus camas críticas el fin de semana y en 720 a mediados de junio. Si no acatan la orden, “no dudaremos en tomar el control de las instituciones que no cumplan”, advirtió el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, informó que ya se están usando las unidades pediátricas de los hospitales del gran Santiago.
Una cuarentena total en el gran Santiago, que concentra los muertos e infectados, cumple una semana el viernes e inicia una segunda, sin que de momento se observe una disminución de las infecciones. Varios especialistas opinan que los ocho millones de santiaguinos deberán estar más tiempo en aislamiento.