“Un tirano se apropia no solo de los bienes materiales de su pueblo, sino de sus bienes culturales; suprime los valores porque requiere un pueblo que sea lo menos virtuoso posible y promueve la enemistad entre los ciudadanos apelando al viejo principio de “divide y reinarás”. “Despojado de la razón, se deja arrastrar por el instinto, como la bestia, cuando gobierna”. De esta manera logra envilecer a los ciudadanos hasta el extremo, porque sabe que así los somete mejor”.
Tommaso d’Aquino (1.225/1.274).
Fraile, teólogo y filósofo católico perteneciente a la Orden de Predicadores, “Santo Tomás de Aquino” es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica y una de las mayores figuras de la teología sistemática. En metafísica su obra representa una de las fuentes más citadas del siglo XIII además de ser punto de referencia de las escuelas del pensamiento tomista y neo tomista. La Iglesia católica lo nombró “Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad” y considera su obra fundamental para estudios de filosofía y teología. Fue el principal defensor clásico de la teología natural.
Fuente: Wikipedia.
Presuntamente la destrucción de la industria petrolera, la desaparición del oro, la quiebra de la agricultura, de la industria; la explotación de la minería, del Coltán, etc.; condenar al exilio a más del 10% de la población, la destrucción del sistema de salud, electricidad y suministros de agua potable, del educativo: tener la inflación más alta en la economía global; que la mortandad sea solo un dato estadístico y los niños muriendo de desnutrición; las familias diezmadas por el hampa, todo esto se profundiza indescriptiblemente con la aniquilación de la esperanza, la dignidad de los ciudadanos, el sentido común, la bondad, tolerancia, compasión y el respeto. La manipulación de nuestros principios y valores, el quebrantamiento de la dignidad, la moral, la ética y la probidad de las personas que se han vuelto incrédulas y desconfiadas, que sólo ven la maldad y la traición que campean por doquier. Las opiniones y acciones parecen interesadas, despreciables, meritorias de agresiones e insultos. A veces dudamos de que tengamos salvación. Somos tierra buena plagada de males.
Para lograr el progreso y bienestar que merecemos, en libertad y democracia, es perentorio creer en nosotros mismos; tenemos el derecho humano otorgado por el “Estamento Legal” de poder vivir felices venciendo el hambre, la delincuencia y el odio proveniente del sentimiento más vil del ser humano:
“La Envidia”.
Podemos respetarnos y tolerarnos, transitar calles seguras, que los desacuerdos no nos enfrenten violentamente. El futuro es del tamaño de nuestro empeño.
Hemos sido capaces de forjar el talento probo necesario que mundialmente ha demostrado su inteligencia; enfrentemos los problemas sin temor, tenemos la solución.
La fe en nuestros principios, valores, ideas y capacidad de realizar las acciones necesarias deben sustentar las bases para salir de la crisis que se profundiza cada día más.
Debemos creer en nuestras capacidades, exteriorizarlas y si logramos multiplicarla exponencialmente no abra poder que la detenga ni fuerza que la someta. Ese día tendremos la satisfacción de narrar este mal recuerdo agradeciendo al Todopoderoso porque nos dio la oportunidad de crecer en una dura experiencia qué… ya jamás deben olvidar las generaciones futuras.
Unidad – Talento – Probidad.
Fuente: Laureano Márquez.
Maximiliano Pérez