AT&T anunció el martes que abandonará de inmediato el mercado de televisión de paga de Venezuela, ya que las sanciones estadounidenses prohíben a su plataforma DirecTV transmitir canales que le pide régimen de Nicolás Maduro.
La compañía con sede en Dallas dijo que su decisión de cerrar su unidad es efectiva de inmediato. El anuncio sigue a una decisión del gobierno del presidente Donald Trump de no renovar una licencia que le había otorgado a AT&T para continuar transmitiendo Globovision, una red privada, propiedad de un empresario cercano a Maduro y que es buscado por cargos de lavado de dinero en Estados Unidos, informaron a la AP tres personas informadas de la situación y que hablaron bajo condición de anonimato para poder abordar el tema.
AT&T se une a una serie de otras compañías estadounidenses —General Motors, Kellogg Co. y Kimberly-Clark— que han abandonado Venezuela debido a la disminución de las ventas, las amenazas gubernamentales y el riesgo de sanciones estadounidenses. Alrededor de 700 venezolanos dependían de la unidad para tener empleo.
“Debido a que es imposible que la unidad DIRECTV de AT&T cumpla con los requisitos legales de ambos países, AT&T se ve obligada a cerrar sus operaciones de TV paga en Venezuela, una decisión que tomó el liderazgo de la compañía en Estados Unidos sin ninguna participación o conocimiento previo del equipo de DIRECTV Venezuela”, dijo la compañía en un comunicado.
DIRECTV tenía para el segundo trimestre del 2019 una cartera de 1.993.789 clientes en Venezuela que representaba 45,32% del mercado local de difusión por suscripción, de acuerdo a cifras de la estatal Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). En el país suramericano había para esa fecha un total de 4.399.721 clientes en el mercado de difusión por suscripción.
Una investigación de The Associated Press en enero encontró que AT&T estaba presionada para cumplir con las órdenes de los reguladores del régimen de Maduro de eliminar unos 10 canales, como CNN en Español, que han transmitido protestas antigubernamentales y cobertura crítica del país durante el último año.
Los reguladores locales acusan a los canales de violar la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, que busca garantizar una programación socialmente responsable, pero que los grupos de libertad de prensa lo consideran una herramienta para silenciar la cobertura crítica debido a su lenguaje ambiguo y fuertes sanciones. DirecTV es también una plataforma importante para la transmisión de canales de televisión estatales que la oposición califica de propaganda.
Un plan nunca implementado promovido por el Departamento de Estado de Estados Unidos habría obligado a AT&T a desconectar Globovisión y los canales estatales mientras restablecía algunos de los canales de noticias internacionales prohibidos, según cinco personas familiarizadas con las discusiones citadas en la investigación mencionada de AP.
AT&T no ha ganado dinero con sus operaciones en Venezuela durante años debido a los estrictos controles del gobierno que mantienen el precio de sus paquetes artificialmente bajos, unos pocos centavos de dólar al mes. La situación se ha vuelto tan grave que en 2012, DirecTV dejó de importar decodificadores, ahogando su crecimiento. En 2015, devaluó en 1.100 millones de dólares sus activos en el país.
Pero la compañía se mostraba reacia a cerrar sus operaciones en Venezuela debido a su 44% de participación en el mercado —el mayor en cualquier parte del mundo— y su compromiso con un centro de transmisión satelital desde el cual DirecTV emite casi un tercio de su programación a varias partes de América del Sur.
Un ejecutivo de AT&T dijo que, si bien su señal de transmisión en Venezuela dejaría de funcionar el martes, la compañía ha mejorado otras instalaciones en la región para garantizar que el servicio continúe sin interrupciones en toda América del Sur. El ejecutivo habló bajo condición de anonimato para poder abordar el tema.
La salida de AT&T deja a muchos venezolanos sin una forma barata de entretenimiento en una nación devastada por una hiperinflación porcentual de 2 millones. Entre ellos está el propio Maduro, quien en una reciente conferencia de prensa se jactó de que es fanático del canal en inglés de CNN, incluso del canal 706, donde el canal aparece en la plataforma de DirecTV.
Sin hacer mencionar la decisión de AT&T, el jefe de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, afirmó: “no nos importan las propuestas que pueda hacer el imperialismo”.
“Hemos demostrado que no somos esclavos de nadie, ni hemos sido ni queremos serlo”, dijo Cabello, en una transmisión de la televisora estatal, al retar a Estados Unidos, que presentó en marzo cargos por narcotráfico y terrorismo contra él y una decena de figuras del régimen entre ellas Maduro. AT&T era el principal proveedor de TV paga de Venezuela y fue una de las últimas grandes compañías estadounidenses que todavía operaban en el país asolado por la crisis.
Con el anuncio de AT&T el martes, algunos suscriptores de DirecTV informaron que su servicio se cortó de inmediato, mostrando el mensaje: “Canal no disponible”.
El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, quien es estrecho aliado de Washington, tuiteó que estaba contactando a Directv para conocer las “exigencias” que le estaba haciendo el gobierno para seguir operando en Venezuela, y que estaba evaluando posibles reacciones.
Guaidó acusó al régimen de Maduro de estar armando “otro ejercicio de propaganda”, y sostuvo que la “decisión que ha afectado a Directv —y a todos en Venezuela— es una consecuencia más de que una dictadura, apoyada en el narcotráfico y la violación de DDHH”.
Por su parte, el viceministro de Comunicación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, William Castillo, consideró la decisión de DirecTV como una “acción política” y un “desafío al Estado”. Castillo dijo en su cuenta de Twitter que “hasta que lograron sacar a una empresa como AT&T de Venezuela. Sigan intentando sacar a Maduro pero por ahí no es la v…Genios”
El funcionario agregó que el caso tiene el “sello estúpido de la marca (Juan) Guiadó y sus asesores comunicacionales”.
La AP solicitó a la Cámara de Empresas de Servicios de Telecomunicaciones de Venezuela (CASETEL), que tiene a DirecTV entre uno de sus principales asociados, una reacción sobre la decisión de AT&T pero no ofrecieron comentarios de momento. Un directivo de CASETEL, que habló en condición de anonimato porque están a la espera de una posición oficial de la organización, dijo que están aguardando el desarrollo de la situación para tener una “valoración correcta”, y agregó que en la cámara estarán “siempre prestos a apoyar a nuestra afiliada”.