Hoy vivimos en medio de una crisis global donde el mundo entero esta aterrado por el mal clima y donde el ciudadano está angustiado por la crisis y sobre todo por la pandemia que está afectando al mundo entero, teniendo ahora cada uno que enfrentar muchos retos como ciudadanos activos ante el diario vivir en medio de la incertidumbre del futuro frente a esta pandemia que nos avizora un incierto futuro; y entre tantas situaciones que llegan a mi mente en medio de tantas dificultades como humano, me estremece la reciente masacre carcelario en Guanare, en un país donde se encuentra tanta gente trabajando por los derechos humanos, y donde ha habido un silencio frente a este horror, de una masacre sin precedentes, en una población de reclusos que están en un recinto carcelario y bajo la tutela del estado; pido a Dios que en esta materia algún día realmente cambien las circunstancias y estos sitios de reclusión sean realmente para reformar y transformar de manera positiva a quienes han perdido la libertad.
Pido a Dios volvamos a sentir el vivir en un estado de derecho y que podamos reencontrarnos y abrazarnos en una sociedad mejor, donde brille la esperanza y que podamos abrazarnos sin el terror a contagiarnos de extraña enfermedad que ya cambio al mundo por completo y que la Divina Pastora nos siga guiando en nuestros pasos de fe. Ruego a Dios que pueda disfrutar de mi ciudad y de mi país, que se debate ante tantas dificultades de toda índole, conflictos sociales, morales, políticos y económicos que no terminan.
Y así mi pensamiento me lleva a mis años cuando estudiaba derecho y vivía en un mundo lleno de esperanzas cuando me encontraba en mis años de formación universitaria, recordando a mis grandes maestros y profesores como el Padre Olaso y mi padrino de promoción de abogados en la UCAB 1974, el Dr. Reinaldo Rodríguez Navarro quienes nos inspiraban a buscar la justicia como pilar fundamental del derecho.
Como ciudadano añoro volver a tener la oportunidad de poder asistir a un concierto, a una exposición artística y a compartir con mis amigos y despertar un día de esta pesadilla de la pandemia del COVID-19 y escuchar una mañana el cantar sencillo y alegre de los pájaros avisando que llego la alegría y volver a reencontrarnos todos por nuestras calles de siempre y seguir adelante como ciudadano de un país que al igual que otros en el mundo entero pedimos a gritos simplemente renacer.
Juan Raad Álvarez