Fueron los vecinos de Lomas de Tabure quienes por más de dos semanas combatieron las llamas que arrasaban unas 100 hectáreas de bosque. Hoy siembran árboles para revertir el daño ecológico
Quienes desde lejos veían arder el Parque Nacional Terepaima quizás no imaginaron la magnitud del daño que se producía en este pulmón vegetal, conformado por más de 16 mil hectáreas y donde nacen las principales cuencas hidrográficas de la región.
Las llamas consumían todo a su paso, pero un ejército de vecinos impidió que ocurriera una tragedia mayor. Ricardo Ríos, habitante del sector Lomas de Tabure, contó a ElImpulso.com que los entes gubernamentales no actuaron con la celeridad que el caso ameritaba.
Por tanto, haciendo uso de sus propias herramientas, se unieron para cortar el fuego y evitar que las llamas tocaran las torres de alta tensión ubicadas en la zona.
«Sabemos que son varios focos de incendios en las 16 mil hectáreas que tiene el Parque Nacional Terepaima… Por la zona de Lomas de Tabure II y III presuntamente se originó en el Cerro Las Cucas. El incendio se extendió y nosotros estimamos que se perdieron más de 100 hectáreas de bosque. Lo que más nos sorprende es la indolencia de los entes del Estado», dijo Ricardo Ríos.
Múltiples llamados a Corpoelec y la Gobernación de Lara quedaron sin respuesta, ante la mirada atónita de los vecinos quienes no podían entender cómo nadie se ocupaba de una situación tan grave.
Funcionarios del 171 subieron a la zona en una moto a hacer reconocimiento junto a funcionarios de Protección Civil. Sin embargo, fueron los vecinos quienes, con organización, lograron sofocar el incendio con el apoyo de un guardaparques y los bomberos.
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El valor del ser humano
Las torres de alta tensión que se encuentran en el Parque Terepaima no deberían tener materia vegetal. Sin embargo, en la zona no se realizan labores de mantenimiento desde hace 10 años.
«El fin de semana pasado subió un jeep de Corpoelec y vieron que, efectivamente, el desmalezamiento no se hizo. La materia vegetal en la zona alcanza unos cuatro o cinco metros de altura«.
Ríos destacó la labor de la comunidad y su capacidad de organización en defensa del Parque. Sin embargo, toda batalla tiene sus pérdidas. Uno de los vecinos, de unos 40 años, sufrió un infarto en la montaña y murió. «Es probable que esto ocurriera por el esfuerzo que hizo todos los días en subir».
Ahora, cuando quedan las heridas sobre la naturaleza, este grupo de hombres y mujeres se ha dedicado a la reforestación para, de algún modo, devolverle a la Madre Tierra lo que otros hijos le arrebataron.
«Todo esto es parte de un conjunto de factores. La gente no toma consciencia del calentamiento global, quema sin tomar en cuenta las consecuencias, además del proceso de desertificación que hay en el parque«.
Los vecinos de Lomas de Tabure reconcilian al mundo con lo bueno y valioso que hay en él, con su ejemplo de solidaridad y compromiso. Quienes deseen sumarse a esta obra pueden comunicarse al número de contacto: 0424-5260691.
El Parque Nacional Terepaima seguirá teniendo oportunidad, en tanto existan buenas personas que lo protejan.
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