Con generadores eléctricos portátiles Petróleos de Venezuela (Pdvsa), conjuntamente con sus socios en las empresas mixtas, busca producir en la Faja Petrolífera del Orinoco, una de las mayores reservas de crudo del mundo.
El uso de estos equipos portátiles ha generado fallas en los sistemas, lo que revela lo inconveniente de la medida. Sin embargo, es la estrategia que las empresas mixtas han tenido que usar en campos y pozos ante las dificultades del Sistema Eléctrico Nacional para proveer de energía a todo el país.
Este es uno de los diversos problemas operativos y laborales que enfrentan las 44 empresas mixtas y que impactan directamente en la producción petrolera, la cual cual ha caído más de 2,3 millones de barriles diarios desde 2013. Su situación revela -además- la precaria condición de la industria petrolera nacional, casi paralizada por la falta de inversión local y extranjera.
De acuerdo a varios informes sobre logros y obstáculos enviados a la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) solicitados por este ente, las empresas mixtas señalan entre otras dificultades para operar en óptimas condiciones, la falta de mantenimiento, la imposibilidad de reponer piezas, pozos con fallas de comunicación y la falta de equipos para los trabajadores petroleros.
En un documento entregado por Petropiar, la empresa mixta 70% propiedad de Pdvsa y 30% de la compañía norteamericana Chevron, se reportó en marzo la imposibilidad de alcanzar su meta de producción de 123.260 barriles diarios (b/d). Según las cifras, solo logró producir en el mes unos 95.250 b/d, resultado que indica que la operatividad de esta empresa ya era complicada antes de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos restringiera sus operaciones en el país el pasado 22 de abril.
De acuerdo al informe visto por TalCual, Petropiar explicó que una de las principales razones por las cuales no pudo obtener el resultado esperado, fue la falta de insumos para reparar averías, entre ellos, componentes de marcas especializadas y equipos tales como correas, cabezales, cabillas, barra pulidas, entre otros.
«Para el periodo hay un total de 134 pozos inactivos por falta de procura (compra de insumos). Esta diferida ha venido incrementando en función en tiempo generando retraso para la ejecución de mantenimiento en dichos equipos así como la adecuación de sistemas en la planta COB (Centro Operacional Bare)».
Recalcó igualmente que las llamadas macollas (pozos petroleros que están siendo perforados) operan mediante generadores eléctricos portátiles con una elevada incidencia de fallas.
Las empresas mixtas también se han visto afectadas por la maleza que crece rápidamente cerca de las macollas, lo cual genera incendios, por lo que -de acuerdo a los reportes- deben activar planes para el desmalezado y corta fuego, así como para la recolección de los desechos en las macollas.
«Un total 10 macollas con 82 pozos operan mediante generadores eléctricos portátiles con una elevada incidencia de falla y baja confiabilidad», se indica en el documento.
La agencia Reuters informó recientemente de un incendio que perjudicó tanques de almacenamiento, todo el sistema eléctrico de las instalaciones y oleoductos en el Centro Operativo Morichal en el estado Monagas. Una serie de incendios forestales que afectan tanques de almacenamiento y estaciones de bombeo en la Faja Petrolífera hizo que la producción cayera 100.000 b/d en la zona.
Las empresas petroleras en el país han tenido que lidiar también con la falta de diluyentes para procesar el crudo, especialmente de nafta, y advierten que han utilizado diluyentes fuera de especificaciones. En algunos tramos de la infraestructura petrolera han encontrado igualmente fugas de diluyentes y crudo debido a corrosión interna de las líneas de producción.
«El actual cambio de suministro de diluyente nafta a Santa Bárbara ha traído como consecuencia incremento en los caudales de inyección de macollas contra produciendo una pérdida de presión de diluente en los bloques más lejanos de nuestro campo (Bloques 1, 2, 3, 4, 5 y 6 sur), esta condición limita darle velocidad a las macollas más vulnerables y que se encuentra en condiciones temporales y nuevas macollas en proceso de perforación», señala el informe de Petropiar.
Más fallas, menos crudo
A pesar de la baja en la producción petrolera en el país, Pdvsa no cuenta con almacenaje suficiente para el crudo que se produce en los campos. Con la paralización de actividades producto de la cuarentena decretada en todo el mundo para evitar la propagación del coronavirus, ha caído de manera significativa la demanda energética. Venezuela además se ha visto imposibilitada de exportar debido a las sanciones de Estados Unidos contra la industria.
Esta situación hace que las empresas mixtas se hayan visto afectadas por restricciones de espacio de crudo Merey en los terminales. Petropiar que es responsable de la extracción y manejo de los hidrocarburos ubicados en el Campo Huyaparí de la Faja, señala los problemas operativos que también han sufrido por la falta de almacenaje.
«Con los distintos eventos de los déficit de nafta, cambios de segregaciones y de diluyentes, eventos nacionales eléctricos y altos inventarios de almacenamiento en puerto; el campo Huyapari sufre constantemente despresurizaciones en los troncales de diluyente y de crudo Merey. Esta acción ha traído como consecuencia múltiples rupturas de líneas de ambos fluidos sobre todo afectando los bloque 2 y 6 del campo», se indicó en un informe entregado a la CVP.
Por otra parte, los departamento de producción de las empresas mixtas presentan deficiencias con respecto al personal para cubrir y chequear en sitio todas las zonas del campo por lo que requieren incrementar los operadores para cada guardia, para así cubrir vacaciones y permisos médicos.
La industria petrolera en general tuvo que disminuir el número de trabajadores para cumplir con el distanciamiento social decretado por la administración de Nicolás Maduro durante la cuarentena, no obstante, ya Pdvsa y las empresas mixtas han sido objeto de renuncias masivas de su personal en los últimos años.
Otro de los problemas generados por las sanciones es el retraso en el reconocimiento de pasivos a los proveedores por problemas en cuentas bancarias bloqueadas, lo que evita contar con el material para continuar operaciones. Mientras que los sistemas automatizados de monitoreo requieren actualización.
«El campo presenta 30 macollas que no comunican y muchos de los pozos terminados que están siendo completados, no cuentan con sensores de fondo para realizar seguimiento oportuno de sus condiciones a nivel de equipo de levantamiento y condiciones de fondo. Esto dificulta el diagnóstico oportuno de fallas ya que dependemos de la programación de toma de niveles con equipos contratados lo que genera múltiples retrasos para los pozos en evaluación, en limpieza y el monitoreo rutinario», acota Petropiar en su informe.
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