El caso venezolano quedará registrado en los libros de historia económica de la humanidad como insólito. Un país con un ingreso per cápita cercano al de los países desarrollados, ubicado como la cuarta economía latinoamericana luego de Brasil, México y Argentina, con bajísimos niveles de emigración y referencia mundial como destino de superación laboral, se ha convertido en un país de indigentes, con uno de las más pobres desempeños democráticos del planeta, con estadísticas de violencia y muerte solamente comparables a los países en guerra civil. No era fácil arruinar a un país tan rico como Venezuela, había que ponerle empeño pero los socialistas cumplieron su meta en menos de dos décadas.
No era fácil pero paso a paso, con brutal denuedo y perseverancia hoy somos un ejemplo planetario de pobreza. En los países vecinos somos despreciados cuando antes se nos recibía con alfombra roja. Cuando los hermanos colombianos nos ofrecen un pedazo de pan para saciar el hambre se nos salen las lágrimas y sentimos que somos del quinto mundo al enterarnos que compatriotas, muchos de ellos con títulos universitarios, conforman cordones de miseria en Panamá, en Perú, en Ecuador y otras latitudes donde somos sinónimo de miseria y lastima.
Gracias a Dios Todopoderoso, superaremos este trance pero falta escribir lo mejor de esta historia, de cómo los venezolanos nos erguimos del abismo y nos colocamos nuevamente como ejemplo mundial de Democracia y superación económica…vivamos para escribirla.
A los compatriotas militares quiero transcribirles textualmente el preámbulo de la Carta de Derechos Humanos y algunos de sus artículos, en ejercicio de las recomendaciones del Magistrado Jorge Rosell, quien indica que las leyes son más claras que las versiones de los intérpretes:
“Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias;
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
La ONU proclama la presente
Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Artículo 5
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 9
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado
Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión
Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto. “
La violación de los Derechos Humanos tiene jurisdicción internacional y no prescribe.
Jorge Euclides Ramírez