Tres barquisimetanas contaron a Elimpulso.com sus historias de vida, y lo que para ellas representa ser madre. Todas coinciden en que sus hijos son el mejor regalo que Dios les dio.
«Tengo un solo hijo y el día de las madres para mi es muy importante porque nos reunimos en familia. Este año será un poco duro porque prácticamente estamos encerrados por la pandemia, pero estaremos juntos», expresó la señora María Félix López, quien trabaja como vendedora en un supermercado.
Karelis Crespo, otra de las madres entrevistadas por el equipo periodístico, es oficial de la policía del municipio Iribarren, a diario arriesga su vida por la seguridad de la ciudadanía, y al mismo tiempo desempeña el rol de madre, responsabilidades que manifiesta las asume con gran compromiso.
«Me levanto a las 4:30 de la mañana para cumplir todas mis actividades, es cuestión de planificación», relata esta joven madre de un niño de 4 años de edad.
Señala que ante el riesgo que representa ser policía, al salir de su casa le pide a Dios poder regresar y ver a su familia.
«A Dios siempre le pido me de una buena salida y llegada a mi hogar. El ir y venir, regresar y poder ver a mi familia nuevamente», dijo.
Caminando por las calles de Barquisimeto nos encontramos con la señora Ada Hernández, quien reside en Quíbor pero todos los días se levanta bien temprano para ganarse la vida dignamente vendiendo café en el centro de la ciudad.
Cuenta que uno de sus hijos emigró a Colombia, y asegura que el mejor regalo que podría tener en este día sería reencontrarse nuevamente con él.
«Todos me hacen falta pero especialmente él porque es quien está fuera del país, voy a cumplir un año sin verlo y he sufrido de crisis emocionales por no poder verlo», confiesa conmovida, mientras una lágrima comenzaba a brotar de uno de sus ojos.