Los enfrentamientos de bandas de delincuentes, durante varias días consecutivos en Petare, demuestran, primero, la presencia del hampa con poderosas armas de fuego; segundo, la ausencia de los cuerpos policiales en los sitios más peligrosos del país y, tercero, la condición de indefensión que tiene la ciudadanía.
Pero, lo más grave es que este régimen reconoció el liderazgo que tienen los delincuentes cuando José Vicente Rangel Ávalos, siendo viceministro de Relaciones Interiores, en 2013, se sentó con 280 bandas de antisociales y les reconoció, en nombre del régimen, el liderazgo negativo que por sus acciones en contra de la comunidad venezolana habían alcanzado a la fuerza y mediante el uso de las armas de fuego. Además, les dio el control de las zonas donde operaban y, automáticamente, se convirtieron en autoridad sin respetar ningún tipo de ley.
Al exponer esta situación Luis Izquiel, criminólogo de vasta experiencia, señala que la creación de las denominadas “zonas de paz”, a raíz de esos acuerdos con los delincuentes, les permitió a éstos ejercer el control absoluto de los territorios, generalmente barrios muy pobres, donde no entran policías, ni hay recorrido de patrullas y pueden vivir sin temor alguno los que cometen toda clase de delitos: hurto, robo, extorsión, secuestro , tráfico de drogas, tráfico de perdonas y homicidios.
Precisamente por el control de Petare se están batiendo a tiros, mediante el uso de ametralladoras y pistolas de alta potencia, así como de granadas, dos bandas hamponiles.
Violación a la Constitución
Considera intolerable, grave y muy delicado que el régimen permita la violación del artículo 324 de la Constitución, según el cual sólo el Estado puede poseer armas de guerra y la única que tiene competencia para usarlas es la Fuerza Armada. Pero, tanto en Petare como en el resto del país, ese tipo de armamento son utilizadas por los delincuentes organizado o no en bandas.
La única explicación de que no haya intervenido la fuerza del orden público, en Petare, es que el régimen está respetando el liderazgo negativo que le ha dado a las bandas de antisociales, precisamente donde José Vicente Rangel Ávalos es alcalde.
