El decreto de aislamiento social obligatorio para evitar la propagación de la COVID-19 agudizó la situación económica ya deteriorada de las familias tachirenses; a medida que transcurre la cuarentena muchos han optado por tener algún rebusque y el más común es la venta informal de productos de primera necesidad.
Es así como San Cristóbal se ha convertido toda en un gran mercado. En cualquier calle o avenida se ven los más diversos puestos de ventas de insumos, en su mayoría procedentes de Colombia y ofertados en pesos.
Maleteros de carros, mesas improvisadas, toldos, sombrillas o en el suelo, cualquier lugar es bueno para ofrecer víveres, huevos, alimentos para mascotas, detergentes, y hasta carnes y quesos frescos a los compradores que evitan desplazarse lejos de sus casas ante la falta de combustible y de transporte público.
Aunque proliferan las ventas y la ciudad luce un tanto desordenada, este rebusque ha beneficiado a vendedores y compradores en medio del estilo de vida restringido por la pandemia. Además, al surgir cada día nuevas ventas improvisadas, los precios comenzaron a descender y ya hay competencia en ofertas para captar a los consumidores.
Estas son fotos captadas este miércoles 6 de mayo en calles y avenidas de la ciudad:
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