La crisis general que sufre Venezuela golpea cada día más a los adultos mayores, quienes dependiendo solamente de una pensión que no supera los Bs. 400 mil deben hacer esfuerzos desmedidos para intentar sobrevivir, pues la mencionada cifra poco alcanza para cubrir alimentos y medicinas.
Reina Medina es una abuela de 69 años que reside en el Barrio La Antena, en Barquisimeto, que ante la falta de transporte público durante la cuarentena social decretada para evitar la propagación de la COVID-19, debe caminar más de 5 kilómetros para llegar al centro de la ciudad en busca de medicinas que le ayuden controlar la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol.
A parte de la titánica caminata, impensable para un adulto mayor, Medina recorre varios establecimiento hasta conseguir algún fármaco que pueda costear con su corto presupuesto, o simplemente asiste hasta la sede de la Gobernación de Lara a pedir apoyo, sin embargo, no siempre es posible.
“Algunas pastillas están en Bs. 600 mil, otras en Bs. 700 mil y no me alcanza para comprarlas. Vengo de la Gobernación y me dijeron que tengo que pedirle a la doctora un récipe para que ellos me puedan asignar la Losartán (medicina para la presión alta) y me dijeron que para mañana”, relató Medina, quien se mostró agotada al recordar que debe emprender nuevamente una kilométrica caminata para obtener el medicamento.
Tan solo 10 pastillas para controlar la diabetes fue lo que pudo comprar aquel día Reina Medina, ¿El costo? 350.000 bolívares, poco menos del pago de la pensión que recibirá a partir de mayo y que en abril estuvo establecido en Bs. 250 mil.
Entre sus cálculos, estima que debe gastar al menos Bs. 1 millón 500 mil cada mes para conservar su salud.
Consumo de plantas medicinales
Ante el alto costo y la imposibilidad de adquirir sus medicamentos, la señora Reina Medina confesó que debe optar por consumir plantas medicinales que le ayuden a controlar las enfermedades.
«Uso la hoja de aguacate para aliviar el colesterol, el malojillo para la tensión y en la mañana, como no tengo la pastilla, me tomé un ajo para que no me de algo mientras camino«, dijo.
Por último, Medina pidió a Dios por la salud de ella y todos los enfermos y se mostró convencida de que él les ayudará a sanar y a conseguir lo que necesiten.