“La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad”.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco (1.783 / 1.830).
Político, militar y estadista de origen venezolano.
“EL PADRE DE LA PATRIA – EL LIBERTADOR.”
La grandeza de “El Libertador” es ilimitada…
Fue el guía y ductor de nuestros ancestros creadores de los genes de libertad, democracia; de principios y valores enclavados en la ética, la moral, la urbanidad, solidaridad e inmensa voluntad de servicio fortalecida con la sangre derramada; por la valentía demostrada al soportar situaciones que aun son inimaginablemente oprobiosas; única forma con la cual se rompieron las cadenas coloniales que oprimían a Venezuela y a gran parte del mundo.
La República ha soportado a la Guerra de Independencia, la Guerra de Federación, desastres telúricos, montoneras lideradas por bípedos depredadores incendiarios de caseríos, pueblos y sabanas, que esclavizaron a niños al grito de “Tierras y hombres libres” (Según información periodística, presuntamente, las pruebas que dan fe de la venta de niños hasta de siete años de edad, al gobierno nacional se encuentran archivadas en el Registro de Ciudad Bolívar), dictaduras atroces, intensas crisis económicas, epidemias como el cólera y el paludismo, entre otras calamidades.
“La Tierra de Gracia” jamás imaginó el alcance de la “Benevolencia Divina” al otorgarle riquezas hasta ahora incalculables, petróleo, hierro, minerales metálicos y no metálicos, oro, diamantes, bauxita, coltán, entre otros; tierras fértiles, caudalosos ríos que irrigan el territorio; capital humano con excelente formación científica, profesional y técnica afianzados con mano de obra calificada, formados en nuestras universidades, politécnicos y Escuelas Técnicas Industriales, lo cual ha sido demostrado y comprobado alrededor del globo terráqueo.
Entonces… ¿Qué pasó? ¿Por qué se destruyó la calidad de vida del venezolano?
Desde antes de la aparición de la pandemia muchos venezolanos e instituciones veníamos alertando sobre el deterioro de los servicios públicos elementales para la vida de los seres humanos; sobre el desastre ecológico que ha devastado importantísimas cuencas hidrográficas; la tala y la quema que destruyó a muchísimos bosques nublados, efectuada por agricultores en la búsqueda de una agricultura de subsistencia; siembra de maíz y caraotas en zonas de alta fragilidad ambiental donde se encuentran las nacientes de agua que nutren a los ríos. Ecocidios que realizan para tener, tan sólo, con que mitigar el hambre; en la mayoría de los casos, por la situación creada con la imposición de precios viles que los ha obligado a trabajar a pérdidas.
La intensa irregularidad del servicio de suministro de agua potable y del servicio de aseo urbano; los constantes e intensos cortes de la energía eléctrica hasta por 8 horas y las subidas de voltaje que dañan los artefactos electrodomésticos, maquinarias y herramientas utilizadas por la industria y que paraliza al sector comercio. La falta de energía eléctrica y de combustibles como gasolina y gasoil interrumpe al sistema productivo, base del ingreso de los trabajadores y crea hasta terror entre niños y ancianos porque las tinieblas amparan a la delincuencia.
Es necesario y perentorio el restablecimiento del Estado de Derecho como base fundamental de la justicia.
“Sin agricultores no hay comida y sin comida no hay vida”.
Maximiliano Pérez