Antes de iniciar el proceso de cuarentena social debido a la pandemia de la COVID-19, los habitantes de diferentes sectores del municipio Palavecino, salían a las calles a protestar ante las múltiples irregularidades que se presentan en cuanto a los servicios públicos, pero ahora, debido a las restricciones, no pueden realizar esta acción, pero los descontentos continúan.
En La Mora, Cabudare, un problema notorio y alarmante es la falta de aseo urbano. Las calles se contaminan de desperdicios, o en su defecto, las casas se llenan de bolsas de basuras, malos olores, moscas y por ende, la posibilidad de enfermarse siempre está latente.
Esta realidad de contaminación se agudiza debido a un brote de aguas negras que está presente desde hace varios meses frente a la Iglesia Beata María de San José, la cual fluye por la calle principal de La Mora, y a su vez, por la zona comercial del sector.
La señora Carmen Ugle, habitante de La Mora, contó a Elimpulso.com que las aguas negras pasan al frente de establecimientos de comida y las personas que transitan la zona no pueden soportar los olores nauseabundos que surgen de las cloacas.
«Cuando se pasa a las 2:00 o 3:00 de la tarde el olor es fortísimo«, contó.
Por otra parte, mencionó que el resto de los servicios públicos, como lo es la energía eléctrica y el suministro del agua, sigue empeorando con el paso de los días.
Ugle mencionó que los cortes eléctricos se dan diariamente pero no hay una hora fija. «Se va 4 horas, 5 horas o 2 horas«, explicó.
Mientras que el servicio del agua, explicó que cada vez llega con menos presión a los hogares, lo que hace imposible que se puedan llenar los tanques que cada familia posee. Pero es más preocupante, ya que no existe la posibilidad de comprar agua a camiones cisternas, ya que este servicio está limitado por la falta de combustible.