Los pacientes crónicos en el estado Lara vienen pasando trabajo desde antes de la cuarentena. No obstante aunque han tenido beneficios en medio de este confinamiento por la presencia de la COVID-19 en el país, continúan padeciendo necesidades a propósito de sus tratamientos.
Pacientes renales de una unidad de diálisis en el centro de la ciudad denunciaron la falta de máquinas para sus tratamientos, lo que ha disminuido el tiempo de sus diálisis, a veces, hasta menos de la mitad del tiempo que corresponde.
De 36 máquinas para dializar solo funcionan 19 causando la disminución a dos horas de las diálisis en esa unidad quirúrgica ubicada en la carrera 21.
Estefani Querales es una joven barquisimetana de 26 años que es paciente renal de esa unidad de diálisis desde hace ocho años. Querales asegura que la diferencia entre los inicios de sus tratamientos hasta ahora es mucha. “Teníamos muchos beneficios, nos dializábamos cuatro horas diarias, que es el deber ser de todo paciente renal y ahora estamos haciendo solo dos horas lo que hace de nuestro tratamiento algo deficiente”.
Las máquinas operativas siempre presentan fallas. Si una jornada comienza con las 19 máquinas trabajando puede culminar con 15 o menos. “Siempre presentan fallas. De hecho en la que yo estaba hoy estaba fallando y eso que le metieron mano ayer”, dijo Querales a Elimpulso.com.
Transporte en tiempo de cuarentena ha funcionado
Al inicio de la cuarentena, fue denunciado a través de redes sociales y por distintas ONG que aglomeran a los enfermos crónicos en Lara, la situación que se presentaba ante la falta de transporte público en la ciudad por el decreto que lleva 46 días en la entidad.
Los enfermos renales tenían que ir caminando o en colas hasta las diferentes unidades de diálisis en Barquisimeto. Otros, como los pacientes renales en las zonas foráneas del estado Lara, estaban imposibilitados de llegar a Barquisimeto para cumplir con su tratamiento.
Días despues de esta situación Carmen Meléndez ordenó la activación de rutas especiales para transportar a los pacientes crónicos hasta las distintas unidades de diálisis en Barquisimeto.
“El transporte ha marchado bien. Al principio había falta de organización pero ya está trabajando bien. También el suministro de las medicinas. Se han entregado al días. Sin embargo nada hacemos con transporte y medicinas al días si lo más importante para nuestras diálisis que es el riñón artificial, no funciona”, dijo Estefani Quero.
Rafael Anzola, otro paciente renal de esta unidad de diálisis del centro de Barquisimeto, coincide con Querales sobre la falta de máquinas para sus tratamientos. «Esas máquinas tienen más de 5 años. Ya cumplieron con su vida útil. Esto nos está deteriorando cada día nuestra calidad de vida”.
En representación de todos los pacientes renales de ese unidad en el centro de la ciudad, Querales y Anzola piden a las autoridades regionales tomar decisiones y trabajar para el reemplazo de las máquinas o la reparación de las que ya están, porque la situación viene afectando la calidad de vida de quienes se benefician de esa institución.