Millones de personas en todo el mundo están coincidiendo en responsabilizar al gobierno comunista chino de terrible Corona Virus que viene diezmando las ciudades. Le atribuyen, como saben, de haberlo creado en los laboratorios secretos del país, además de ocultar su procedencia y peligrosidad utilizando el poder político del gobierno como un arma eficaz contra sus enemigos ideológicos. China, con más 1.500 millones de habitantes se ha convertido en los últimos tiempos en una potencia económica importante, solo comparable con los países occidentales como los Estados Unidos, Rusia o la gran comunidad europea, con los cuales mantiene una estrecha relación comercial, aunque no comparta credos ideológicos como una vez lo pensó o soñó Mao TseTung en el pasado.
Hoy China Continental ha copiado la modernidad el sistema capitalista ante la necesidad de conseguir nuevos espacios para extender su influencia y ser menos dependiente de los que fueron una vez sus enemigos políticos. Un país, dos sistemas funciona hasta ahora como un ensayo de las ambiciones chinas, pero gracias a la oposición de Hong Kong le ha sido difícil dominar por completo un escenario ideal para sus proyectos de crecimiento bajo esa característica. Los jerarcas del partido comunista, sin embargo, se las han ingeniado para equipararse con las grandes potencias occidentales copiando casi al carbón las fortalezas de esos bloques con movimientos estratégicos en lo político y en lo económico, para muchos una manera de conseguir una vía alterna a su sistema de gobierno. Con la aparición del mortal virus, parece haber quedado al descubierto ciertas pistas que conducen a creer en la paternidad del Corona Virus, que afecta a más de medio mundo, y muy suavemente a las principales ciudades de la China comunista donde nació.
II
Aunque todavía no se comprueba la responsabilidad china en el caso, el país de Mao se a convertido en el principal sospechoso, según la opinión de reconocidos científicos, pero la opinión pública apunta su dedo acusador hasta Pekín, que se defiende de una manera muy peculiar ofreciendo y vendiendo una serie de productos destinados al combate de la pandemia, muchos de los cuales han sido cuestionados por su mala calidad. Otros envíos no tienen factura de cobro por razones de identidad ideológica. Los ciudadanos chinos que residen en otros países también lo pasan mal en los llamados China Town de algunas capitales como Nueva York, el más famoso de todos donde se observa una disminución de visitantes por causa de la peste. En Venezuela funciona un gran mercado chino donde se vende de todo, está ubicado en la carrera 21, ocupado antes por un comercio de mayoristas, hoy convertido en un China Town donde funciona, en aproximadamente cuatro a cinco cuadras, unos cien comercios atendidos por ciudadanos cantoneses en su mayoría. Muchos de ellos apenas balbucean algunas palabras en español. Esos espacios recibieron la bendición de una alcaldesa de Barquisimeto y del embajador de China en Venezuela, como lo recuerda una ruinosa placa conmemorativa. En el China Town guaro se observa un gran movimiento de vehículos que descargan cantidades de mercancía extranjera ante la vigilancia de agentes de la policía
III
Mientras la mayoría delos establecimientos comerciales de la ciudad permanecen cerrados, en China Town – Barquisimeto la actividad no cesa a pesar de la prohibición ordenada por las autoridades locales. Varios periodistas tuvieron acceso a establecimientos para comprobar que la mercancía que ofrece cada negocio es la misma pero con precios diferentes, lo cual significa un solo proveedor, con dominios que se extienden a lo largo y ancho del país. Dicen los entendidos que uno de los atractivos de la mercancía que venden es el buen precio, nada comparable, como se supone, con la calidad de sus productos.
IV
Los chinos llegaron a Venezuela escapando del infierno comunista, la mayoría de ellos cantoneses y pocos taiwaneses. Estos últimos solo hablan el mandarín y eran fácilmente reconocibles en las comunidades donde trabajaban. Este momento la población de la isla es mínima en comparación con el arribó en los últimos años al país de ciudadanos del continente y la buena relación que existe entre Venezuela y la China comunista, no se conoce aún hasta donde China puede ser responsable del Corona Virus, como lo sugieren algunos especialistas, pero no tenemos la menor duda, sobre su intervención en el ocultamiento que Pekín ordenó cuando se descubrió su presencia.
FINAL. Habrá que preguntarle a la señora Merkel, cuál a sido la fórmula para defender su país de la peste con tanto éxito. En el último reporte su país solo registraba 4 mil fallecimientos, nada comparable con lo sucedido en España, Italia o Estados Unidos.
CLAP. La última entrega de las bolsas revela un contenido curioso. 6 KILOS DE ARROZ, DOS KILOS DE PASTA, ACEITE Y UN KILO DE LENTEJAS. (Todo importado, de Turkía y Argentina). Solo dos paquete de Harina Pan elaborado por la Polar.
Luis Rodríguez Moreno
