La canciller de Alemania, Angela Merkel, pidió el jueves cooperación internacional en el desarrollo de una vacuna del nuevo coronavirus, indicando que la pandemia traspasa las fronteras y solo puede combatirse en conjunto.
En una comparecencia ante el Parlamento, con los legisladores sentados a una prudente distancia entre sí, cumpliendo con las normas de distanciamiento social en el país, Merkel dijo que los científicos alemanes trabajaban en investigar el virus en su país, pero que la “cooperación internacional contra el virus es extremadamente importante”.
“La ciencia nunca es nacional, la ciencia sirve a la humanidad”, dijo. “De modo que no hace falta decir que cuando una medicación o vacuna se encuentre, pruebe, lance y esté lista para su uso, debe estar disponible para todos en todo el mundo, y ser asequible para todo el mundo”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión del financiamiento a la Organización Mundial de la Salud para revisar cómo gestionó el brote. Sin embargo, Merkel elogió la labor de la agencia en la lucha contra el coronavirus.
“Para el gobierno alemán, insisto en que la OMS es un socio indispensable y les apoyamos en su mandato”, dijo.
Alemania empezó esta semana a levantar poco a poco algunas restricciones tras semanas de cuarentena, permitiendo la apertura de pequeños comercios mientras se mantuviera el distanciamiento social. Todos los estados mantenían también la obligación de llevar mascarillas en el transporte público, los comercios o ambos.
Merkel reprochó a algunos estados que estuvieran suavizando las restricciones demasiado deprisa, señalando que se arriesgaban a perder los avances del país en la lucha contra el virus.
Alemania ha reportado más de 150.000 infecciones, con una cifra de muertos relativamente baja de unas 5.000 personas, mientras que más de 100.000 personas se han recuperado, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins.
La tasa de nuevas infecciones ha ido frenando, aunque Merkel advirtió que “aún caminamos sobre hielo fino, uno podría decir que el más fino”.
“No vivimos en la fase final de la pandemia, sino aún al principio. Viviremos con el virus durante mucho tiempo”.
Merkel dijo al parlamento que la decisión de “restringir las libertades personales” para combatir el virus había sido una de las más difíciles de su mandato como canciller, e instó a la gente a ser cauta ahora que se levantaban las restricciones.
Aun así, dijo comprender la necesidad de la gente de poner fin al aislamiento, especialmente entre los ancianos y discapacitados, que ya sufrían antes por la soledad.
“No olvidemos nunca a estas personas y el aislamiento temporal en el que tienen que vivir. Estos octogenarios, nonagenarios, construyeron nuestro país, son la base de la prosperidad en la que ahora vivimos. Son Alemania, al igual que sus hijos y nietos, y también libramos la batalla contra este virus por ellos”.