Aislados socialmente, alejados de sus compañeros. Preocupados al no tener idea sobre cuándo volverán a jugar. Alarmados sobre sus finanzas y el futuro de su deporte.
El sindicato mundial de futbolistas encontró que sus miembros están lidiando con elevados niveles de ansiedad y depresión durante la pandemia de coronavirus que ha paralizado la mayoría de las ligas en el mundo.
Mientras los clubes se concentran en mantener en forma a los jugadores durante los confinamientos nacionales y aplican recortes de gastos, FIFPRO les instó a que no dejen a un lado la ayuda psicológica.
“Si un club tiene que decidir entre fichar a un segundo o un tercer lateral derecho o un psicólogo en su personal médico, ya se imaginan la decisión que tomarán, así que es una prioridad”, dijo el director médico de FIFPRO Vincent Gouttebarge a The Associated Press el lunes. “Dentro del cuerpo médico de todo club, sabemos que la condición física es la máxima prioridad. Pero contamos con suficiente información objetiva que confirma que la salud mental es igual de importante que la física”.
“Necesitamos tener un grupo médico interdisciplinario en los clubes para cuidar la salud mental de un jugador”, añadió.
Para respaldar que más psicólogos y siquiatras trabajen con los futbolistas, la FIFPRO citó un estadio que realizó a 1.602 jugadores profesionales de Australia, Bélgica, Botswana, Dinamarca, Escocia, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Inglaterra, Irlanda, Malta, Noruega, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Suiza — todos países en confinamiento.
Encontró que el 22% de las mujeres y 13% de sus colegas masculinos mostraron síntomas de depresión en las últimas semanas, el doble de casos con respecto a una consulta previa con una muestra menor de 307 jugadores en diciembre y enero.
Los hallazgos apenas reflejan indicios de los problemas mentales en el fútbol por tener una pequeña muestra y por ser un sondeo no científico.
“Cuando no estás junto a tu familia, con tus compañeros, entonces se minimiza el nivel de apoyo social y eso deriva en mayores síntomas”, dijo Gouttebarge. “La incertidumbre que hay sobre cómo se decidirán las competiciones y la incertidumbre sobre el futuro de la industria del fútbol es algo que obviamente tiene un efecto”.
Los jugadores llevan más de un mes alejados de sus clubes mientras los gobiernos tratan de contener el avance del COVID-19. Los entrenamientos se han retomado de manera restringida en Alemania.
Y los futbolistas necesitarán de varias semanas de preparación para ponerse nuevamente a punto antes de reanudar los partidos oficiales. Las principales ligas de Europa aún no han resuelto cómo completarán sus temporadas más allá de las habituales fechas de cierre en mayo y junio.