Por donde se observe, la situación de los venezolanos termina dando como resultado: Crisis y preocupación.
En momentos de incertidumbre por la pandemia de la COVID-19, los venezolanos también deben desgastarse en otros asuntos. Uno de ellos: Lograr abastecerse de comida para cumplir con la cuarentena en sus hogares, y todo esto, cuando la hiperinflación sigue causando estragos en el comercio.
La carne y el pollo, son rubros que poco a poco se desaparecen de la mesa de las familias barquisimetanas, ya que su costo incrementa con el paso de los días.
Carmen Lucena, contó a Elimpulso.com que últimamente ha tenido que prescindir de comprar la carne o el pollo, ya que prefiere invertir su dinero en otros alimentos más económicos y que pueden rendirles más.
A su vez, explicó que cuando sale a hacer compras en el mercado Terepaima, ubicado en la calle 36 entre avenida Venezuela y carrera 27, intenta hacer un sondeo de los precios de estos rubros para saber si puede o no comprarlos.
«Hoy (martes 21 de abril) el kilo de carne estaba en más de Bs. 550.000, y el pollo en casi Bs. 400.000, y no pude comprar pues el dinero no le alcanza», contó.
También mencionó que logra comprar carne y pollo cuando sus familiares desde exterior le envían remesas.