Murió en accidente de tránsito Franco Cerutti. Para que el olvido no borre su esfuerzo vital por mejorar la vida de sus semejantes, rescatamos letras de escritos anteriores para honrar su memoria.
El doctor Cerutti nació en Milano, Italia, y cumplió todos sus estudios en Milán. En el año 1965 obtiene el título de Doctor en Medicina Veterinaria con calificaciones de 110 sobre 110, Magna Cum Lauden. Posteriormente realiza posgrados en Zootecnia y Diseños para Experimentos de Campo.
A partir de 1970 ingresa como profesor a la misma Universidad de Milán donde dictó cátedras de Investigación sobre Genética Aplicada , Principios de Economía Política y Estadísticas, Métodos Matemáticos Aplicados a las Ciencias Biológicas, Zootecnia Cuantitativa y Estadística e Informática Aplicada a la Zootecnia.
Entre muchas de sus actividades fue el Coordinador de Desarrollo Informático de la Universidad de Milán, además de dictar posgrados en Biotecnología Animal en otras universidades como Campobasso, Napoli y Bari.
Pero este extenso y jerarquizado currículo académico ha sido un simple instrumento del cual se valió el doctor Franco Cerutti para cumplir sus sueños de mejorar la producción lechera en países sudamericanos y así crear una plataforma alimenticia que eleve los indicadores sociales de nuestros pueblos. A este respecto uno de sus grandes logros fue la consolidación de la Raza Carora, la cual se encontraba en una encrucijada mortal al momento de él orientar a Asocrica sobre los programas informáticos y los esquemas de selección genética que debían utilizar. El cumplió esta misión con alma de misionero, sin obtener ganancias materiales pero satisfecho de haber demostrado que en el Trópico pueden existir razas bovinas de leche con los mismos rangos de productividad de sus similares de Europa y Estados Unidos.
Pero como los misioneros son movidos por el espíritu de entrega a sus semejantes, a los setenta años el doctor Cerutti logra que el IILA (Instituto Ítalo Latinoamericano) le apruebe un proyecto para el rescate de razas criollas en Colombia, Perú y Ecuador. En todos estos países tuvo que luchar para convencer a los burócratas del beneficio que tendrían por dejarse ayudar sin gastar un centavo. En Perú logra conectarse con una iniciativa que desarrollaba Caritas en las Jalcas de Cajamarca, donde la pobreza es una limitante feroz y muchos de los productores (indígenas en su casi totalidad) dependen para su subsistencia de unas vacas improductivas y cuyos intentos de mestizaje han sido un total fracaso. Ahora con el toque misionero del doctor Cerutti se les abre un mundo de esperanzas.
Ermis Chávez es un actor fundamental dentro de este programa de rescate. El es un aguerrido luchador social que entre sus logros cuenta haber detenido, junto a un grupo pequeño de jóvenes, las actividades mineras de una transnacional que estaba acabando con las fuentes de agua de su localidad. Fue detenido, hostigado, amenazado, pero nada pudo detenerlo porque tiene el coraje ancestral de los incas.
Ermis admira al doctor Franco Cerutti porque vio en él un obsequio enviado por los seres de luz que tutelan a su raza. Nos relato Ermis que para llegar a la jalca donde ellos habitan se necesitan varias horas de recorrido por caminos peligrosos, parte de este recorrido debe hacerse en vehículos de doble transmisión y otra parte a lomo de mula.”Nosotros no nos explicamos como el doctor apenas llega y luego de ducharse y cambiarse de ropa, camina con nosotros camino arriba y camino abajo para hablar con los vecinos del lugar, tomar notas, observar animales y hacer registro de sus condiciones. El tiene 70 años mientras que sus compañeros de viaje son personas que ninguno pasa de los 40 y al otro día es cuando inician sus labores.”
Franco Cerutti es un Quijote que asumió su paso por la vida como un servicio pedagógico a favor de la equidad cognitiva de los pueblos suramericanos, por ello decidió desde hace más de 30 años escribir su propia leyenda dorada como un europeo comprometido con nuestras luchas por derrotar la pobreza con base a una mayor producción económica.
Para sus propósitos benefactores siempre contó con la protección de energías telúricas que lo insertaron dentro de escenarios propicios para el fomento de sus iniciativas románticas. Así ocurrió hace largos años al encontrarse con Mario José Oropeza y otros ganaderos que se negaban a la desaparición de la Raza Carora, enfrentando patéticas realidades contables para afincar su esperanza en el orgullo localista de preservar y continuar el esfuerzo de sus antepasados. Gracias a este cruce entre el conocimiento de Cerutti y el espíritu de lucha caroreño, hoy la Raza Carora es un sueño cumplido y la mejor alternativa de ganado lechero en Venezuela.
Podía Franco Cerutti dar por cumplida su misión en Suramérica pero como el idealismo nunca se deja arrinconar por los Sansón Carrasco y los sueños son el elixir mágico para conservar la juventud, decidió expandir su exitoso trabajo para colaborar con otros países andinos que necesitan mejorar su producción ganadera apoyándose sobre sus propios recursos genéticos.
Basando las probabilidades de éxito del rescate de razas criollas sobre los resultados del Carora, Franco Quijote Cerutti elaboró un proyecto para el Instituto Ítalo Latinoamericano que tenía y tiene como objetivo preservar el ganado criollo en Colombia, Perú y Ecuador. El proyecto le fue aprobado y sobre los Andes continua caminando la leyenda de este misionero que vivirá para siempre como un mecenas de la Raza Carora y del mejoramiento genético de las razas criollas de Suramérica. Dios contigo amigo Franco.
Jorge Euclides Ramírez