Simon Pagenaud y la escudería Penske lograron su segunda victoria consecutiva en las carreras virtuales. Y los ánimos se calentaron al final de esta edición.
El francés Pagenaud, ganador de la última edición de las 500 Millas de Indianápolis en el mundo real, compitió el sábado en la modalidad virtual con su traje aislante del fuego y conquistó la competición, que simuló realizarse en el Twin Ring Motegi de Japón.
Diez vueltas frenéticas al final decidieron la competencia de iRacing.
Esencialmente, Will Power y Scott McLaughlin, de Penske, se habían alternado en la punta. Parecía seguro que alguno de los dos se llevaría la victoria cuando dieron alcance al bólido de Oliver Askew, que marchaba una vuelta detrás.
En una maniobra para evitar a Askew, Power rozó el auto de McLaughlin.
El resultado fue que el bólido derrapara y chocara contra un muro. Ello dejó fuera de la competición a McLaughlin, campeón de la modalidad V8 Supercars y de la carrera virtual realizada hace tres semanas en el Barber Motrosports Park.
El australiano enfureció. Trató sin embargo de serenarse dentro de su simulador en Brisbane, donde se había despertado a las 2 de la madrugada a fin de prepararse para la carrera.
“Es un videojuego, es un videojuego”, se repitió. “Sé que es un juego, pero todavía estoy molesto”.
Pagenaud se acercó después a Power. Ambos autos parecieron tocarse antes de que el francés tomara la ventaja.
Aun así, tuvo que resistir un último intento de Scott Dixon por rebasarlo, y se llevó la victoria.
“Trabajo duro toda la semana pasa ser competitivo”, aseguró Pagenaud, quien ganó también la semana pasada, en el escenario virtual del Michigan International Spedway.
Pagenaud y McLaughlin han ganado tres de las cuatro carreras de la IndyCar realizadas en la modalidad de simulador, mientras la pandemia de coronavirus impide competir en vehículos reales.