Los expertos pronostican que la economía mundial experimente su mayor debacle en más de 100 años, como consecuencia de los efectos negativos del Coronavirus. Sin embargo, Venezuela es un país mucho más vulnerable a la pandemia, debido a la crisis que padecemos diariamente. El modelo fracasado del régimen devastó nuestro aparato productivo y endeudó al país, ocasionando una recesión que se ha extendido por más de 7 años y la inflación más alta del mundo.
Lamentablemente, el Coronavirus llegó a Venezuela en esta trágica situación, donde millones afrontan innumerables dificultades y penurias, porque el sueldo no les alcanza para subsistir y los servicios básicos fallan constantemente. El venezolano promedio debe exponerse ante el virus día tras día para generar ingresos con trabajo informal y así sobrevivir, porque el sueldo mínimo apenas son 2$. Además, la población tiene que hacer grandes esfuerzos para solventar su carencia de servicios, porque no tienen acceso regular al agua, gas, electricidad ni internet.
Sumado a todo eso y a pesar de que somos un Estado petrolero, sufrimos también escasez de gasolina. PDVSA está quebrada, endeudada y con su motor productivo destruido luego de dos décadas de chavismo. Es triste que los venezolanos deban hacer interminables colas para poder obtener combustible y muchas veces son víctimas de la corrupción y matraqueo en las colas. Esto afecta también a los productores, ya que se les dificulta adquirir materia prima para producir y están perdiendo sus cosechas por la falta de gasolina. Así, aumenta la escasez de alimentos y bienes por falta de transporte y caída en la producción, aumentando aún más las dificultades que vive el pueblo.
Hoy corremos el riesgo de que los problemas del país aumenten de gran manera por la pandemia. El FMI pronosticó una contracción del 10% de la economía venezolana a principios de año, pero con la emergencia actual es probable que llegue al alarmante 20%. Por su parte, el régimen demuestra no preocuparse por la miseria que han sumergido a los venezolanos, y mientras habla en televisión de programas extranjeros online, millones no tienen acceso a electricidad ni a internet. Es obvio que las medidas impuestas por el chavismo no se adaptan a la realidad del país y solo exponen su constante autoritarismo.
Venezuela necesita de verdaderas soluciones que si sean acordes a la crisis que vivimos y la amenaza del Coronavirus. El país requiere de Instituciones fuertes e independientes, que respeten la Constitución y trabajen en pro de los venezolanos. Contar con una institucionalidad democrática es vital para el desarrollo de la sociedad y solo así podremos diseñar los mecanismos que son cruciales para minimizar los daños de la pandemia y que puedan atender la crisis, para dar fin al sufrimiento del pueblo.
Stalin González