Las autoridades españolas confían en que los planes para permitir que trabajadores no esenciales regresen a fábricas y sitios de construcción la próxima semana no provocará un aumento significativo de infecciones de coronavirus, como algunos científicos han advertido.
Con las medidas no se reanudarían las actividades comerciales en restaurantes o tiendas más allá de los supermercados, farmacias o puestos de periódicos, pero han surgido dudas de si es el momento correcto para aliviar algunas restricciones conforme sigue la intensidad del brote.
“No tenemos la sensación de que estas medidas tengan que aumentar de una manera importante la transmisión” del virus, dijo el viernes la vocera del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, María José Sierra. “Si no, no las tomaríamos”.
Algunos expertos han advertido que es muy pronto para reducir la cuarentena a una parte más extensa del sector de la manufactura y construcción.
El doctor Antoni Trilla, de la Universidad de Barcelona, quien ha asesorado al gobierno en la respuesta de la pandemia, dijo en una entrevista por radio el jueves que las medidas de confinamiento deben continuar.
Trilla, quien dijo que el gobierno no contactó a un grupo de científicos que lo asesora antes de levantar parcialmente la cuarentena, dijo que es lógico regresar a la normalidad en la actividad económica, pero con un buen sistema de aislamiento y atención a nuevos casos.
Margarita del Val, virológa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el principal organismo científico público de España, dijo que es apresurado aminorar la cuarenta en la industria y que cualquier reducción debe estar acompañada por un programa para aislar a los nuevos portadores de coronavirus. Del Val apoyó la idea de una aplicación móvil para toda Europa que muestre la proximidad de las personas que dieron positivo.
Como forma para evitar nuevas infecciones, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció que el gobierno distribuirá mascarillas reutilizables en estaciones de metro y otros centros de transporte público. Las tiendas permanecerán cerradas y se aconseja que los empleados de oficina trabajen desde casa.
Sierra dijo que el distanciamiento social que estaba vigente sería suficiente para evitar un aumento significativo de nuevos brotes.
En una reunión de gabinete del viernes, el gobierno español aprobó un fondo de 20.000 millones de euros (21.900 millones de dólares) para ayudar a las pequeñas empresas y los empleados independientes a lidiar con la crisis económica derivada del brote
Illa señaló que era demasiado pronto para saber qué sigue para los 47 millones de españoles que llevan cuatro semanas en cuarentena. Por ahora, el estado de emergencia se ha extendido hasta el 26 de abril, aunque el presidente Pedro Sánchez dijo que muy probablemente le pida más extensiones al parlamento.
Durante la noche, se registraron 605 muertes más, el menor aumento desde el 24 de marzo.
En España, 15.843 personas han muerto de COVID-19, con 152.446 casos confirmados. Sin embargo, las autoridades reconocen que la verdadera proporción podría ser mucho más elevada.