Además de existir una persecución contra miembros del equipo de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido por la comunidad internacional democrática, el régimen, sin reparo alguno, arremete contra los trabajadores de la salud.
La denuncia es formulada por José Gregorio Zaá, secretario político regional de Voluntad Popular, quien agregó que los funcionarios represivos están enfocados hacia médicos, enfermeras, bioanalistas, radiólogos, camilleros y todos los otros trabajadores que se atrevan a través de sus teléfonos comunicar a familiares y amistades cualquier información relacionada con pacientes del coronavirus Covid-19.
Es este sentido, hizo algunos señalamientos en torno a la política en materia de salud por parte del régimen.
- Ocultamiento y maquillaje de cifras de la enfermedad.
- Secretismo informativo, que impide a los medios y comunicadores sociales realizar sus propias investigaciones en los hospitales y demás instalaciones en que se encuentran los casos de Covid-19.
- Las informaciones oficiales son dadas por el tándem Rodríguez (Delcy, vicepresidenta; y Jorge, ministro de comunicación), que no es el apropiado, ya que debiera ser el titular del ministerio de Salud, Carlos Alvarado González, de quien no se sabe dónde está, ni qué hace. O, en su lugar, por los representantes del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades y Eventos de Notificaciones Obligatorias (ENO).
- Tanto Nicolás Maduro como el tándem Rodríguez falsean la verdad, diciendo que tienen el control de la enfermedad cuando ni siquiera los países del primer mundo lo han podido lograr, no obstante tener extraordinarios centros de investigación y hospitalización, además de todo tipo de medicamentos y recursos que puede proporcionar esos estados.
- Se ha impuesto el toque de queda sin tomar en consideración los pésimos o nulos servicios de agua, gas doméstico, gasolina y provisión de alimentos. Se corre el riesgo de que familias de escasos ingresos o de que viven al día puedan sufrir mucho más hambre en el curso de los próximos días, porque no pueden salir a trabajar por el impedimento de la cuarentena.
- Existe el temor de que algunos de los connacionales que están regresando del extranjero, por los caminos verdes, puedan haber contraído la enfermedad y por no presentar los síntomas no se sometan a pruebas, lo que generaría una situación muy peligrosa.
- El sistema de salud no dispone de suficientes camas ni equipos de respiración mecánica, razón por la cual el peligro es latente y se requiere de ayuda humanitaria urgente.
Ante tales circunstancias, la población debe tener información oportuna, transparente y confiable, planteó Zaá.
“La dictadura no la va a ofrecer, sino que seguirá en su plan de intimidación, persecución y detención de las personas que se atrevan a hacerlo. Y es por eso que hay una fuerte arremetida contra los trabajadores de la salud”.