«Te adoramos Cristo y te bendecimos. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo«.
La pandemia del COVID-19 no detiene la fe. Pese a que se mantiene el aislamiento social, las actividades religiosas referentes a la Semana Santa se han realizado desde El Vaticano, dando oportunidad para que los devotos puedan experimentarla a través de la televisión y las redes sociales.
Este Viernes Santo, desde la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco llevó a cabo el viacrucis, recorriendo las 14 estaciones a lo largo de la columnata, alrededor del obelisco y finalizó a lo largo del camino que lleva al patio de la iglesia.
Aunque la Plaza de San Pedro estaba vacía, lo cual es sumamente atípico en estas fechas, cada estación, oración y testimonio, logró llenar el corazón de todos los creyentes.
Junto al máximo pontífice de la Iglesia Católica estuvieron cinco prisioneros, una familia víctima de asesinato y la hija de un condenado a cadena perpetua; quienes compartieron sus testimonios, para relacionar el calvario de Jesucristo hacia la cruz, con el día a día de millones de personas en el mundo.
Cada reflexión estuvo cargada de mucho sentimiento, mensajes de esperanza y amor. Siendo una muestra de que a pesar de las adversidades, las personas mantienen firme su fe mediante la oración.