La Semana Santa es un tiempo para dedicarse a la oración y reflexión, pues Jesús, con su infinita misericordia, decidió tomar el lugar de los hombres y recibir el castigo para liberar a la humanidad del pecado.
Este año, la Semana Mayor, la celebración religiosas más importantes de la Iglesia Católica, se desarrolla de una forma inusual debido a la cuarentena colectiva decretada para evitar el contagio del coronavirus.
Las misas, la veneración de imágenes y las procesiones están suspendidas. Las parroquias, por tanto, buscaron diferentes opciones para transmitir en vivo los eventos religiosos. Las redes sociales, la radio y la televisión serán sus principales aliados.
Para los venezolanos será un hecho “inédito”, pero es la oportunidad para valorar más lo que significa la ausencia de lo usual. Será la ocasión perfecta para abrazar a Cristo crucificado y resucitado desde lo esencial de la fe, con un espíritu profundo de oración personal y familiar.
La Iglesia invita a todos los fieles al recogimiento interior para contemplar detenidamente el misterio pascual, no con una actitud pasiva, sino con el corazón dispuesto a volver a Dios, con el ánimo de lograr un verdadero dolor de nuestros pecados y un sincero propósito de enmienda para corresponder a todas las gracias obtenidas por Jesucristo.
El Triduo Pascual, que inicia mañana, lo viviremos en casa; no hay cuarentena que frene las bendiciones de Dios Meditemos juntos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Él seguirá siendo el Rey de Reyes. ¡No hay virus que lo detenga!