La falta de distribución de combustible en el estado Lara atenta contra la agricultura y cosechas en la región. Por ende, podría terminar generando que el único problema no sea la pandemia del COVID-19, sino que también, haya escasez de alimento para el consumo de las personas.
Esta realidad se evidencia en la parroquia Guarico, ubicada en el municipio Morán, zona agrícola que es de suma importancia para la producción de alimentos destinados a ciudades como Barquisimeto y Caracas.
Joaquín Arévalo, agricultor, contó a Elimpulso.com que están en riesgo las cosechas que habían iniciado antes de la emergencia sanitaria del nuevo coronavirus, ya que los agricultores no tienen gasolina para trasladar al personal obrero, hacer las compras necesarias para la producción, y tampoco, para transportar la cosecha hacia las principales zonas de comercio como lo es Mercabar en Barquisimeto o abastecimientos en Caracas.
Mencionó que la última vez que llegó combustible a la bomba de Guarico fue el pasado jueves 2 de abril, día en el que se surtió de gasolina a los trabajadores que tuviesen carta agrícola, pero tan solo, 30 litros por vehículo. Lo cual es insuficiente para el oficio que se necesita realizar.
Sin embargo, contó que «las personas amanecen» haciendo colas «de hasta tres kilómetros» esperando que le surtan de combustible, ya que diariamente se comenta que podría llegar la gandola con gasolina.
«Los que tienen programados sembrar, no lo van a hacer, porque humanamente no podrán matenerla. A futuro habrá una escasez mayor«, alertó.
Arévalo recalcó que los que están en pleno proceso de producción, están perdiendo la cosecha, así que los demás agricultores no querrán sembrar sabiendo que las posibilidades de pérdida son básicamente que inminentes.
«Si esto no se normaliza a la brevedad posible, el futuro será un desastre en cuanto a la producción de alimentos en el país«, comentó.