En el primer informe de SOSOrinoco sobre la minería aurífera dentro del Parque Nacional Canaima (PNC), Sitio de Patrimonio Mundial (SPM) reconocido por Unesco, publicado en julio del 2018, se caracterizó y explicó el fenómeno como consecuencia de una política estratégica del actual gobierno de Venezuela, de promoción de la minería en el marco de un colapso económico, social y político que el propio régimen ha creado y promovido.
El presente documento es una actualización de ese primer informe, en el cual se busca describir qué ha pasado en el PNC y cuál ha sido la respuesta institucional de Unesco, la IUCN y el propio gobierno venezolano. En esta nueva versión, se ha prestado especial atención a la situación del pueblo indígena pemón, y se demuestra que la situación actual (febrero del 2020) del fenómeno minero en el PNC/SPM, lejos de disminuir, continúa en expansión.
En el presente informe de actualización se muestra una periodización de la actividad minera documentada en el PNC hasta 2019, y se caracterizan los cambios en el inventario de minas presentado en 2018. Se registró una intensificación de la actividad minera en los últimos 19 meses, con un incremento total del área afectada dentro del PNC de 20 ha, pasando de 501 a 521 ha. También se determinó la existencia de otras minas no detectadas en el informe anterior, sin contar el número de balsas minera que operan y que son más difíciles de detectar y que según fuentes locales superan las 20 unidades.
Se presenta un novedoso análisis preliminar de los impactos ambientales de la actividad minera en el PNC, considerando la minería existente dentro del PNC así como en áreas adyacentes, y sus impactos en las cuencas de los ríos Kukenán y Caroní, considerando los ámbitos: ecológicos, biodiversidad, escénicos, socioeconómico e institucional.
Se determinó que 70% del curso del río Caroní podría encontrarse en riesgo de contaminación a causa del mercurio utilizado en la minería aurífera. También se evaluó el alcance de esta contaminación siguiendo el análisis diagnóstico de la vulnerabilidad del paisaje propuesto por Markham y Sangermano (2018), considerando el área de actividad minera en las adyacencias del parque, la cual sumó 7.680 ha en 2018.
El análisis de distancia de costos determinó que la actividad minera fuera del PNC está haciendo potencialmente vulnerable a una superficie de 22.481 ha del interior del PNC, de las cuales 7.419 ha tienen una “vulnerabilidad alta” a la actividad minera, 8.935 tendrían una “vulnerabilidad media”, y 6.127 ha están potencialmente expuestas a una “vulnerabilidad baja”.
Además, se presenta un recuento y análisis explicativo referente a la conflictiva situación entre el pueblo pemón, el Estado venezolano y los grupos criminales, por el control territorial y de la actividad minera en el PNC y sus adyacencias, entre 2018 y febrero de 2020. Se resalta cómo el movimiento indígena pemón y el control sobre su territorio ancestral ha sido severamente debilitado; así como las graves violaciones a los derechos humanos e indígenas cometidos contra los pobladores del PNC y sus alrededores.
Finalmente se presentan otros impactos sobre el PNC/SPM y el pueblo pemón, detectados en campo y por testimonios presenciales, que también están estrechamente relacionados con los sucesos acaecidos en el último año y medio, así como con el agravamiento de la crisis humanitaria compleja que experimenta Venezuela, y que no habían sido detectados en julio del 2018.
En el 2018 SOSOrinoco entró en contacto y envió el informe a la IUCN y Unesco, sin recibir respuesta directa. Sin embargo, dichas organizaciones remitieron el documento a las autoridades venezolanas y les solicitaron una respuesta formal, la cual no ha sido enviada. No obstante, la administración de Maduro implementó una serie de acciones, algunas de ellas muy lamentables, como consecuencia de las denuncias.
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