La Asociación Venezolana de Agricultura Familiar (AVAF), que aglutina a pequeños productores del i, anuncia que la cuarentena nacional, establecida para prevenir el posible contagio del coronavirus COVID-19, ha comenzado a afectar a miles de personas en la zona rural, pues ya se están perdiendo las cosechas de hortalizas porque no pueden ser sacadas, debido a la falta de combustible para los vehículos de carga.
El abogado Juan Carlos Montesinos, quien preside esa organización no gubernamental, dijo que la situación tiende a agravarse, porque precisamente los agricultores que cultivan diversos frutos, en todo el país, no tienen ningún seguro que les proteja, ni tampoco recursos económicos para sobrellevar las pérdidas, puesto que viven al día con sus cultivos.
En algunas zonas se están perdiendo las cosechas de hortalizas, legumbres y otros productos, así como también la leche, porque ésta podría ser transformada en queso, pero no hay posibilidad de sacar alimentos.
Indudablemente, quienes puedan hacerlo, como los grandes productores, tendrán que vender los artículos vegetales a precios elevados, porque en este momento en los campos quienes pueden proporcionar el gasoil exigen de 100 a 150 dólares por una pipa de ese combustible. Precio éste que no pueden pagar los miembros de AVAF.
Como consecuencia del COVID-19, si el campo estaba en situación crítica, empeorará, porque los productos importados serán más baratos que los producidos en el país, ya que mientras los agricultores del extranjero tienen protección, los de Venezuela carecen de todo, hasta de asistencia médica.