La refinería de Puerto La Cruz, cuya capacidad de procesamiento es de 190 mil barriles diarios, está paralizada desde hace cuatro años y todos los intentos hechos hasta ahora para ponerla a funcionar han fracasado, porque cuando es activada las reparaciones duran, cuando más, dos semanas. Y, en consecuencia, no hay gasolina.
Así lo dice José Boda, dirigente sindical de Anzoátegui, quien denuncia que el poco combustible que llega a esa entidad federal es acaparado por los funcionarios de la Guardia Nacional, Sebin, CICPC, Policía Nacional y los policías regionales. Después de ellos, son muy pocos los que pueden alcanzar algo del combustible.
La escasez se ha generalizado desde hace tres semanas y, prácticamente, casi todas las estaciones de servicio se encuentran paralizadas.
Se forman unas enormes colas, pero una vez que son aprovisionados los vehículos de los funcionarios, queda muy poco para la población y la gente se molesta, porque no vale madrugar para intentar recibir los 30 litros que expenden las estaciones de servicio en la región.
Cada día las autoridades dicen que el problema está en vías de ser solucionado, pero no deja de ser una mentira, porque las informaciones que tenemos es que la única gasolina que hay en el país es traída de fuera, ya que las principales refinerías, como las de Paraguaná, no están produciendo casi nada, porque después que tienen la gasolina cruda carecen de los aditivos para que pueda ser usada por los vehículos que circulan en Venezuela.