La pandemia del Coronavirus es una amenaza a la salud de todas las personas del planeta, sin distinción de género, raza, estatus social, ideología o nacionalidad. Más de 430.000 personas se han infectado con la enfermedad y más de 19.000 han fallecido.Hasta el momento, por la inexistencia de una vacuna,la única forma para frenar la expansión del virus es mediante el aislamiento social, es decir, quedarse en casa y solo salir en caso de ser extremadamente necesario.
Por su parte, el virus llegó a Venezuela en un momento ya de por si crítico en nuestra historia. Debido a un modelo fracasado, impuesto por la fuerza, el 2020 es nuestro séptimo año en recesión, con la inflación más alta del mundo, además de una crisis humanitaria compleja, siendo la mayor catástrofe que ha padecido el país. Esto ha disminuido la calidad de vida de los venezolanos y ha hecho del país un territorio mucho más sensible a la amenaza del Coronavirus
El régimen espera que se cumpla la cuarentena y el resto de medidas para evitar el contagio del virus, pero esto dista mucho de estar apegado a la realidad del ciudadano promedio. Para poder quedarse en casa, las personas necesitan servicios básicos que funcionen. Sin embargo, por culpa de las equivocadas decisiones del chavismo, los servicios básicos están en pésimas condiciones y funcionan de manera precaria. Al no contar con servicios que funcionen, como el agua, la electricidad y gas, muchas personas deben salir a la calle para resolver dichas carencias, exponiéndose al virus.
De igual manera ocurre con la amplia mayoría de venezolanos que viven de los ingresos del trabajo informal y tienen que vivir del día a día. Ellos no pueden darse el lujo de esperar en casa todo el tiempo que sea necesario para superar la pandemia, por lo que la necesidad los impulsa a continuar con sus trabajos y arriesgar su salud. Esta es la población más vulnerable ante la pandemia, aquella, que por el régimen y sus 21 años de corrupción y malas políticas, padecen ante las adversidades y la crisis.
En este escenario, debemos tomar las acciones correctas para proteger a los venezolanos de esta emergencia y la crisis humanitaria. Es momento para encontrar soluciones que amortigüen los daños que pueda causar la enfermedad y que si se adecúen a la realidad que atraviesa el país. La salud y el futuro de millones dependen de que tengamos la fortaleza y sensatez política para saber responder a la pandemia y así poder superar esta amenaza que no entiende de tintes políticos. La unidad y organización son los pilares en los que debemos apoyarnos. ¡Juntos vamos a lograr vencer esta emergencia!
Stalin González