Ante las graves acusaciones que ha formulado el fiscal general de los Estados Unidos, William Baar, contra Nicolás Maduro por los delitos de narcoterrorismo, corrupción y narcotráfico, lo más indicado es que el acusado se ponga a derecho.
Tal es la opinión del abogado y diputado Williams Dávila, exdocente de la Universidad Católica Andrés Bello, de la Universidad de los Andes y de Unexpo, asi como exgobernador de Mérida y actualmente miembro de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional.
Me refiero expresamente a Maduro porque es la figura más resaltante del grupo señalado por la justicia estadounidense, entre los cuales aparecen Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), los ministros Tareck El Aissami y Vladimir Padrino López, de Industria y Producción el primero y de Defensa, el segundo. Además, ha sido mencionado el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno.
De acuerdo con la información dada por el gobierno de los Estados Unidos, esa acusación es hecha como producto de una larga investigación que se ha venido haciendo en el curso de los últimos tres años.
Corresponde al personal encargado del resguardo físico de Maduro velar por su integridad, ya que al mismo tiempo que se le hacen los graves señalamientos, se ha anunciado que el Programa de Recompensas de la División para la lucha antinarcóticos ofrece 15 millones de dólares por el suministro de informaciones para lograr su captura. Se trata de una suma muy elevada y, por supuesto, el acusado antes de correr riesgos debe presentarse físicamente, es decir ponerse a derecho, ante la instancia que ha hecho la acusación.
Ésta no es cualquier cosa, observó el profesional del Derecho al hablar con Elimpulso.com.
«No se trata como han dicho funcionarios del régimen de una nueva modalidad de golpe de estado, ni de que como ha expresado el propio Maduro, de que se trata de generar violencia en Venezuela, sino de un asunto muy delicado en materia penal. Maduro dice no temer, pero al tener en su contra una acusación de la naturaleza que se le endilga, indudablemente, que deberá pensar seriamente que se encuentra entre la espada y la pared».
Grave denuncia
Como en la acusación también aparecen mencionados funcionarios del régimen y en especial de la Defensa y el Tribunal Supremo de Justicia, la situación para el equipo que tiene control sobre el país, es extremadamente grave, ya que no existe en el momento posibilidad alguna de llegar a un entendimiento con la justicia estadounidense, porque ésta es independiente de la Casa Blanca.
Y para detenerlos y encerrarlos existen recompensas de diez millones de dólares para cada uno.
Y, por otra parte, no existe posibilidad de que haya un diálogo con la oposición, ya que todos los encuentros habidos fracasaron porque el régimen siempre buscó la forma de ganar tiempo. Posiblemente, aquellos que le han hecho el juego a Maduro vuelvan a la estéril práctica que han mantenido. Pero, esa no es la oposición democrática que está al lado del pueblo y con éste está identificado cuando se pide un cambio para salir de esta crisis.