“Nuestro pueblo está en manos del Señor. Barquisimeto debe mirar muy de cerca su historia… El pueblo clamó a Dios y Él, a través de la Divina Pastora, vino en su auxilio»…
Este miércoles 25 de marzo la Santa Sede aceptó la renuncia de monseñor Antonio José López Castillo al Gobierno de la Arquidiócesis de Barquisimeto, razón por la cual monseñor Víctor Hugo Basabe, quien funge como administrador apostólico, tendrá la responsabilidad de asumir totalmente esta administración mientras el Papa Francisco nombre un nuevo arzobispo.
En entrevista a ElImpulso.com, monseñor explicó con detalle, las nuevas competencias que le fueron conferidas. “Mientras se encuentre vacante la Arquidiócesis de Barquisimeto, la plenitud de ese gobierno está en mis manos. Uno de los trabajos que tengo que hacer es la reorganización de la Arquidiócesis y sus autoridades”.
En este sentido, el pastor de la Iglesia local agradeció el servicio de monseñor Antonio López Castillo quien por 13 años sirvió al pueblo larense, siendo reflejo de Jesucristo. “Nos sentimos profundamente agradecidos por su entrega, por su generosidad de escuchar lo que Dios le pedía al servicio de la Iglesia. Durante todos estos años supo ganarse el cariño, el aprecio y el respeto de toda la Iglesia de Barquisimeto. Sentimos hacia él inmensa gratitud por sus 13 años de arzobispado”.
Durante la entrevista, Basabe destacó la gran sencillez de monseñor López Castillo, al tiempo que admiró su capacidad de acercarse a las personas. “Fueron muchas las comunidades que monseñor visitó y apoyó. En este momento se encuentra bien de salud y está acompañado por su familia en la ciudad de Maracaibo”.
Otra buena noticia es la salud de monseñor Tulio Manuel Chirivella, quien hace algunos meses vio menguadas sus fuerzas. Afortunadamente, dentro de su condición, se encuentra estable y en una casa de reposo en los Estados Unidos.
El reto es Cristo
Al consultarle sobre los desafíos que suponen esta nueva responsabilidad, monseñor Basabe fue enfático al afirmar que la meta es Cristo y servirle a través del acompañamiento al pueblo barquisimetano. “Estoy consciente que no puedo abarcarlo todo y por eso, es fundamental abrir espacios de participación. El reto es seguir haciendo presente a Jesucristo como Pastor de la Iglesia en medio de su pueblo. Durante este año y medio me he dedicado a recorrer comunidades, a conocer el trabajo pastoral que se viene haciendo”.
En este contexto, envió un mensaje de esperanza a todos los católicos, de manera especial en estos tiempos recios cuando la incertidumbre toca la puerta del corazón. “Nuestro pueblo está en manos de Dios. Barquisimeto debe mirar muy de cerca su historia… El pueblo clamó a Dios y Él, a través de la Divina Pastora, vino en su auxilio. Y es por eso que existe este amor tan bonito entre los barquisimetanos y su Virgen bendita”.
Es momento de llenarse de la serenidad de María, dijo monseñor, al tiempo que pidió prudencia y solidaridad. “Lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos y por el prójimo, es prevenir al máximo para contener el avance de ese virus. Tomar las previsiones y confiar en el Amor de Dios que nunca nos abandona”.
Desde ElImpulso.com felicitamos a monseñor por esta nueva misión, convencidos de que la bendición de Dios le acompañará.