Una Línea de Crédito de Emergencia por un monto de US$ 2.500 millones, ha puesto la Corporación a disposición de los 19 países miembros que le permitirá a las autoridades ofrecer una respuesta rápida y oportuna para mitigar los efectos de la expansión del COVID-19, aportar a la continuidad de las operaciones de las empresas y la recuperación del crecimiento económico.
En efecto, a través de un comunicado, la CF explica que con el propósito de ofrecer un apoyo integral a los países cuando más lo necesitan, CAF –banco de desarrollo de América Latina- pone a disposición de sus accionistas una Línea de Crédito de Emergencia de rápido desembolso por hasta USD 2.500 millones, la cual servirá para atender de manera ágil y oportuna la adopción de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir la expansión del coronavirus y las medidas extraordinarias aplicadas por las autoridades para atender la emergencia sanitaria y mitigar sus efectos en el crecimiento económico.
Advierten que esta iniciativa se suma a la anunciada el pasado 3 de marzo, durante del Directorio realizado en Argentina, que consiste en una línea de crédito contingente por hasta USD 300 millones
“El objetivo de esta línea de crédito es agilizar la aprobación de operaciones para la atención inmediata que permita salvaguardar la salud de la población y apoyar de manera oportuna las medidas que están tomando las autoridades para mitigar los efectos del COVID-19 en la calidad de vida de las personas y el crecimiento de las economías de la región. En contingencias como esta, los organismos multilaterales son más importantes que nunca y como socios del desarrollo seguiremos siendo incondicionales con los países”, aseguró el presidente ejecutivo de CAF, Luis Carranza Ugarte.
Afirman que adicionalmente, continuaran apoyando al sistema bancario de nuestros países y de manera prioritaria a los bancos de desarrollo a fin de que puedan colocar recursos al sector productivo, en particular a las pequeñas y medianas empresas.
La CAF anuncia que activó un protocolo corporativo de actuación, el cual sigue los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y contempla medidas de prevención en los países en los que tiene operaciones, como la adopción del trabajo remoto para el 100% de su personal, limitar los viajes oficiales a aquellos que sean estrictamente necesarios, promover reuniones por videoconferencia, entre otros; al igual que planes de control en caso de presentarse algún contagio. Dichas medidas garantizan la operatividad, la ejecución de procesos críticos y el cumplimiento de los objetivos de la institución.