La necesidad le gana a la cuarentena: Varguenses buscan agua y la comida del día

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La necesidad recorre las calles del estado Vargas desde hace varios meses y en cada avenida se distingue. Solo basta con ver a ciudadanos de todas las edades cargando garrafones de agua, cuando están llenos lo hacen a paso apresurado, con miedo de que el líquido deje de llegar al lugar donde se abastecen, cuando están vacíos lo hacen como si estuviesen de cacería o buscando sin un mapa algún tesoro escondido.

No hay agua en Vargas, desde mucho antes, incluso, que se conocieran casos de coronavirus en el mundo y el miedo que está latente entre lo habitantes de la entidad, es que si antes el gobierno regional, liderado por Jorge Luis García Carneiro, ignoraba sus súplicas, con esta contigencia la situación se torne peor de lo que ya está.

El 10 de marzo el mandatario regional, durante una movilización oficialista, aseguró que el chavismo está más fuerte que nunca y que no podrán con la voluntad del pueblo de Venezuela. Cuando se le preguntó por la escasez de agua que sufre la entidad que gobierna, prefirió no responder

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La cuarentena inició y aún no llega el agua. Por esa razón, Elio Acosta salió de su casa, con el primer short y camisa que vio, también con un tapabocas improvisado. Acosta vive en El Rincón, Maiquetía. Con el garrafón a cuestas dijo a TalCual que salió a buscar agua antes que el gobierno recrudezca las medidas para prevenir la expansión del coronavirus. El plan, si la escasez continúa, como ya lo ha hecho desde hace meses, es cargar agua cada mañana hasta el mediodía.

Hay cuarentena pero no hay agua en casa y así como el líquido no llega en el sector donde vive Elio Acosta, en otra zonas también brilla por su ausencia.

Todos parecieran conocerse desde hace años, apenas se ven lo primero que hacen es pasar el reporte de dónde hay agua. En el mediodía del 17 de marzo, a 48 horas de haberse decretado la cuarentena en la entidad, algunos fueron bendecidos con la obra «de un buen samaritano». Un hotel, ubicado en la parroquia Maiquetía, regaló agua a habitantes del sector, por lo que jóvenes, adultos y adultos mayores se dieron cita en lugar, pues no saben lo que pueda pasar en próximos días.

«¿Cómo vamos a cuarentena si desde hace meses no nos llega el agua?», es la pregunta que persiste sin poder ser respondida entre las personas que van de un lugar a otro cargando agua pasado el mediodía, sobre las calles inconsistentes, y bajo el sol inclemente del Litoral Central.

Entre el ir y venir también se encuentran otras personas arriesgándose a salir a la calle «porque la necesidad tiene cara de perro» y porque pese al peligro de ser contagiado del coronavirus «en la casa hay bocas que alimentar».

«Orlando» salió a trabajar este 17 de marzo, con la nariz tapada con un pañuelo de tela, haciéndose la idea de que esto le garantizaría estar protegido del coronavirus. Él vende mantequilla detallada, chucherías y otros insumos. Cuando se le preguntó si no le causaba temor salir a la calle con este virus al acecho aseguró que diariamente debe hacerlo porque de lo contrario sus hijos se quedarían sin comer.

Quien también transita por las calles de Vargas es Maribel Ortíz, cargada de un termo de café y las partes de una mesa desarmable. La mujer de 55 años vende café y alquila teléfonos en Pariata, Vargas. Agradeció que la afluencia de personas se mantuvo en la calle, pues pudo hacer algo de dinero.

Relató que fue pasado el mediodía cuando las calles quedaron desiertas.

«Salgo por necesidad económica», dijo. Asimismo, aseguró desconocer cómo podría enfrentar la situación que atraviesa el país si fallan los servicios públicos, pues cree que «si no hay servicios públicos, no hay vida».

Pasada la una de la tarde en Maiquetía los pasos se apresuraron y quienes cargaban agua agitaron la logística. Las paradas quedaban cada vez más vacías y el transporte público comenzó a escasear más de lo normal.

A lo lejos podía escucharse una voz proyectada por un megáfono, era una caravana de la Guardia Nacional que recorría las calles del Estado Vargas recomendando a la ciudadanía regresar a sus hogares y acatar las medidas de prevención divulgadas por el gobierno de Maduro

¿Cómo acatarlas? ¿Cómo seguirlas? Cuando no hay agua, cuando hay reportes de fallas eléctricas, cuando los alimentos se acaban en casa y no hay con qué comprarlos. Fue la necesidad la que en plena pandemia obligó a vecinos de Canaima al este del estado a protestar para exigir la llegada del líquido.

Fue la precariedad la que ganó terreno a la cuarentena porque cómo es que se mantiene la calma cuando no hay qué beber o qué comer.

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