El Fondo Monetario Internacional rechazó rápidamente la sorpresiva solicitud de Venezuela el martes de un préstamo de emergencia de 5.000 millones de dólares para combatir el nuevo coronavirus, lo que amenaza con llevar al límite a la asediada economía del país.
Un portavoz del FMI dijo que no puede considerarse la solicitud debido a que no existe claridad entre sus 189 estados miembro sobre a quien se reconoce como el líder legítimo de Venezuela: Nicolás Maduro o Juan Guaidó, el jefe del Congreso respaldado por Estados Unidos.
“Desafortunadamente, el Fondo no está en posición de considerar esta solicitud. Como hemos mencionado anteriormente, el compromiso del FMI con sus países miembro se predica en el reconocimiento de un gobierno oficial por parte de la comunidad internacional, como se refleja en la membresía al FMI”, indicó el portavoz en un comunicado. “No existe claridad sobre el reconocimiento en este momento”.
La solicitud de Maduro a una institución a la que ha criticado durante mucho tiempo para ayudarle a lidiar con las consecuencias del brote del nuevo coronavirus fue sorpresiva para aliados y detractores por igual. También deja al descubierto el precario estado de las finanzas en el gobierno socialista de Venezuela mientras lidia con un colapso en su producción petrolera y el efecto de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
A pesar de que la exposición de Venezuela al coronavirus ha sido limitada hasta el momento — con apenas 33 casos confirmados — el posible daño económico de la enfermedad tiene a todo el país, de alrededor de 30 millones de habitantes, en vilo.
Incluso antes del brote viral, la industria petrolera de Venezuela estaba de rodillas. Las severas sanciones que el gobierno del presidente Donald Trump aplicó el año pasado han reducido casi por la mitad la producción petrolera y deteriorado una crisis económica que ha obligado a casi 5 millones de personas a salir del país.