Los satélites de observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea han detectado una reducción significativa del dióxido de nitrógeno, una sustancia contaminante subproducto del uso de motores diésel y otras actividades humanas, a medida que el avance del COVID-19 provoca drásticas limitaciones en la vida cotidiana.
El Servicio de Vigilancia Atmosférica Copérnico de la agencia informó el martes que tras los “cambios repentinos en los niveles de actividad” en el norte de Italia ha captado un “tendencia a la reducción” del dióxido de nitrógeno, o NO2, en las últimas cuatro a cinco semanas.
Hasta el momento Italia es el país europeo más afectado por el nuevo coronavirus, y el gobierno ha aplicado amplias restricciones. Exhorta a sus 62 millones de habitantes a no salir de casa a menos que sea absolutamente necesario.
Se detectaron caídas similares de los contaminantes en China después que el gobierno aplicó amplias restricciones para tratar de frenar el avance del COVID-19.
NO2 es un contaminante de vida breve, que permanece en la atmósfera menos de un día antes de depositarse o reaccionar con otros gases, lo cual significa que permanece cerca del lugar de emisión, dijo la AEE.
La mayoría de las emisiones son producto de actividades humanas tales como el tráfico, la generación de energía, la calefacción residencial y la industria.
“Es notable que se pudiera detectar una señal de decrecimiento de los niveles de actividad”, dijo el director del servicio Copérnico, Vincent-Henri Peuch. “Esto revela el alcance de las medidas tomadas por Italia”.