Ohio suspendió sus elecciones primarias presidenciales pocas horas antes de que abrieran las urnas, una decisión de último momento que el gobernador consideró necesaria para no azuzar más la pandemia del coronavirus que ha paralizado a Estados Unidos.
Amy Acton, directora de salud pública, declaró una emergencia sanitaria que impediría la apertura de las urnas debido al temor de que los votantes y los voluntarios a cargo de las casillas _muchos de ellos adultos mayores_ quedaran expuestos al virus.
Arizona, Florida e Illinois tenían previsto seguir adelante con sus primarias.
El gobernador republicano Mike DeWine no logró que un juez suspendiera los comicios el lunes por la noche, a pesar de que alegaba que los resultados electorales no serían considerados legítimos debido a la pandemia.
“El realizar unas elecciones mañana obligaría a los trabajadores de las casillas y a los votantes a colocarse ante un riesgo de salud inaceptable de contagiarse con el coronavirus”, afirmó.
No estaba claro qué ocurriría, pero DeWine dijo que las autoridades están analizando cómo hacer para que los votantes tengan oportunidad de sufragar.
DeWine y el secretario de Estado estatal Frank LaRose habían respaldado una demanda de algunos votantes que exigían postergar las primarias hasta el 2 de junio, con la esperanza de que para entonces la epidemia haya disminuido.
El juez de Ohio Richard Frye falló en contra de esa petición el lunes por la noche, argumentando que a él no le correspondía decidir y que establecería un precedente terrible.