Las instituciones públicas tienen como principal función servir al desarrollo de la sociedad. Su objetivo es trabajar en favor de los ciudadanos, para solventar los problemas sociales, mejorar las condiciones de vida de todos y fomentar la construcción de un ambiente más humano y justo. Su accionar es clave para que el pueblo pueda ejercer la soberanía, a través del voto en elecciones confiables y legítimas y así decidir su futuro. Además, son ellas las encargadas de crear un ambiente sano y en equilibrio para el desarrollo económico y el funcionamiento adecuado de los servicios básicos.
Sin embargo, en Venezuela hemos perdido nuestra institucionalidad como consecuencia de 21 años de chavismo. Hoy solo la Asamblea Nacional continúa trabajando por el beneficio de los venezolanos y para dar fin al sufrimiento que padecen. La actual crisis humanitaria compleja que sufren los venezolanos es resultado de esta carencia de institucionalidad, al igual que la hiperinflación y el pésimo estado de los servicios. Esto ha causado un gran daño en la calidad de vida de millones y ocasionado mucho sufrimiento.
El cambio que queremos para el país requiere necesariamente de contar con instituciones que en verdad funcionen para los venezolanos. Venezuela necesita funcionarios públicos que si trabajen en beneficio del pueblo y no para enriquecer sus bolsillos. Por ese motivo, hemos trabajado arduamente para la renovación de las instituciones, como el CNE y el TSJ, respetando siempre lo expresado en la Constitución. Necesitamos una institucionalidad fuerte, que pueda aportar soluciones a los problemas de Venezuela y cree estabilidad para todos.
Contar con instituciones sólidas nos permitirá a los venezolanos escoger nuestro futuro en unas elecciones libres, donde se respete la voluntad del pueblo y la Constitución. También, nos dará la certeza de que no estamos desamparados, ya que podremos recurrir a ellas cuando se cometan injusticias. Además, instituciones fuertes podrán dar fin a la crisis de servicios como el agua, gas, electricidad y transporte, fortalecerá al sistema de salud y educativo para el disfrute de todos. De esa forma los ciudadanos recuperaremos nuestra libertad y nuestros derechos serán respetados nuevamente. Recuperar las instituciones es vivir con mejores oportunidades y en un ambiente de sana convivencia.
Los venezolanos queremos que nuestro país sea nuevamente una tierra ejemplo para la región, con una democracia estable, buenos servicios públicos, una economía en crecimiento y estabilidad social. Por eso seguimos trabajando en el cambio que necesitamos, luchando en cada espacio y alzando siempre nuestra voz contra las injusticias. Pronto contaremos con instituciones fuertes que sirvan en favor de todos. Unidos lograremos nuestra meta.
Stalin González