Autoridades de la salud aseguran que el uso de las mascarillas no garantiza 100% de protección para quien las esté usando, pues un virus puede propagarse al cuerpo por los bordes o a través de los ojos.
Desde que el coronavirus comenzó a expandirse desde Wuhan, China, el resto de los países del mundo encendió sus alarmas y empezó a activar los protocolos sanitarios pertinentes para evitar un posible contagio en la población; un temor que está presente entre los venezolanos pues se supone que es cuestión de tiempo para que el país se incluya en la lista de naciones donde está presente la enfermedad.
Desde el Ministerio de Salud, a través de un comunicado, se recomendó a los trabajadores del área de la salud y a la población general utilizar tapabocas, mucha ha sido la información que ha circulado respecto a la efectividad y métodos de elaboración de este insumo.
Tomando en cuenta los muchos mitos que se han creado alrededor de las mascarillas como método de prevención, TalCual ha querido mostrar la máscara quirúrgica y la mascarilla N95 o FFP2 como las más efectivas para prevenir la trasmisión del coronavirus, según lo establecido por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
El primero, el tapaboca quirúrgico, es de uso general. La Organización Panamericana de la Salud aconseja que lo utilice quien presente el coronavirus o resfriado, pues su protección es unidireccional, es decir, solo logra retener las partículas que emite el que lo está utilizando.
Según la instancia internacional es necesario que todos los que se encuentren a las afueras de las salas de aislamiento de los hospitales también lo utilicen, independientemente de que los casos de pacientes en cuarentena hayan sido confirmados o no.
A su vez, la mascarilla N95 o la de tipo FFP2, como se le conoce en Europa, es la utilizada principalmente por el personal de la salud. Filtra el 95% de las partículas del aire para quien la usa. Este respirador posee un clip y una espuma nasal que ayuda a que no se empañe la protección ocular (lentes de seguridad) y a que se sostenga con mayor facilidad en el rostro.
Por utilizar un filtro de micro-fibra permite respirar más fácilmente y las bandas de sujeción que posee ayudan a que se ajuste de forma más segura para el paciente.
La diferencia principal entre ambas mascarillas es que la N95 ayuda a reducir la exposición de quien la usa de las partículas en el aire, brindando una mayor protección, mientras que el tapabocas quirúrgico no crea un sello hermético contra la piel ni filtra los patógenos más pequeños. Es por esto que se dice que se usan mayormente para proteger a los pacientes de lo que otros pudiesen también trasmitirle a través de la saliva.
Expertos de la salud advierten que aunque se usen mascarillas, estas no ofrecen una protección, pues el virus pudiese propagarse por los bordes o a través de las lágrimas.
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