Lo peor del Coronavirus no es su impacto en salud, que por supuesto es malo y lamentable, como muchas otras pandemias de la historia. Es la amplificación exagerada y desproporcionada del miedo que termina demoliendo economías, negocios y relaciones sociales.
Así lo advierte el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, al referirse al impacto que este flagelo están generando en todo el mundo, no solamente en el área de la salud, sin en las economías mundiales donde se estima que las pérdidas en sectores como petróleo, aerolíneas, deportes, artes y espectáculos, son multimillonarios, de acuerdo con las cifras que han proyectado cada uno de estos sectores, incluso algunas cifras que se han dado señalan que hasta el momento las pérdidas superan los US$ 50.000 millones.
Para no ir demasiado lejos, la cesta petrolera venezolana se desplomó la semana pasada en más de 7,0 $/Bl, mientras que el resto de los marcadores como la cesta OPEP, el WTI y el Brent, también registraron comportamientos declinantes en monto significativos.
Aun cuando el Ministro venezolano de Salud, Carlos Alvarado, ha expresado que en el Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” se cuenta con los kits para detectar el Coronavirus, todo el mundo reza para que no llegue, porque de acuerdo con el criterio de los médicos, los centros de salud no cuentan con el equipamiento necesario para hacer frente a una problemática de esta magnitud.