Al cumplirse el primer año del mayor apagón masivo de Venezuela, este sábado 7 de marzo, las consecuencias ocasionadas por la falla registrada ese día, aproximadamente a las cinco de la tarde, en el Guri, se mantienen y agravan porque no ha sido abordado el problema como era de esperarse.
Días amargos
Esa interrupción dejó sin servicio durante tres días a Caracas y diez días a muchos estados del país, declaró Aixa López, presidenta del Comité de Víctimas de los Apagones.
Esa organización registró siete muertes de pacientes que se encontraban en hospitales y clínicas; pero, la organización Médicos por la Salud, cuyo máximo representante es el Dr.Julio Castro, indicó que fueron 21 los fallecidos.
El apagón afectó todo lo relacionado con transporte, industrias, educación, agua y otros servicios, y el comercio. Saqueos acabaron con numerosos establecimientos en el Zulia. La población, en general, vivió en zozobra, angustia y desesperación porque una vez que el servicio quedó interrumpido no se sabía cuándo se volvería a restablecer. El régimen achacó el hecho a un sabotaje, pero los especialistas lo desmintieron, porque con mucha anticipación habían advertido que el Sistema Eléctrico Nacional estaba colapsando.
Hacia las 100 mil fallas
Desde ese día hasta hoy se han registrado 97.293 fallas eléctricas en el país, dijo López. 87.260 en 2019 y 10.033 en lo que va del 2020. Las pérdidas económicas están sobre los 41 millones de dólares, en las cuales se incluyen daños a los electrodomésticos; pero, la Corporación Eléctrica Nacional S. A (Corpoelec) no ha indemnizado a nadie.
Acumulación de errores
Considera el ingeniero Joe Carrillo, representante regional de la Asociación Venezolana de Ingenieros Electricistas, Mecánicos y Profesiones Afines (Aviem), que la crisis eléctrica se produjo por la acumulación de errores y la mala administración del sector.
En este sentido, se refirió al Decreto Ejecutivo Nro. 5.330 publicado en julio del 2007 cuando Hugo Chávez promulgó la Ley Orgánica de Reorganización del Sector Eléctrico, mediante el cual unificó en Corpoelec a las empresas Cadafe, EDC, Edelca, Enelven, Enager, Enelco, Enelbar, Eleval y Seneca, que generaban, distribuían y comercializaban el fluido eléctrico.
Al ocurrir esta medida, se eliminó la participación de las regiones. Aún cuando Enelbar, era una empresa del Estado venezolano, Lara tomaba sus propias decisiones. Hoy en día eso no sucede. Y al dejarle toda la responsabilidad a Caracas, incurrió el régimen en uno de los mayores atrasos.
La meritocracia, la experiencia y la profesionalización fueron sustituidas por la lealtad política y, en consecuencia, quienes han ocupado los cargos más importantes de Corpoelec no han sido aptos para resolver los problemas.
De El Niño al apagón masivo
Cuando el sistema eléctrico fue concebido en la década de los sesenta, el aporte hidrológico debía ser entre el 60 y el 70 por ciento del servicio, mientras que el resto correspondería a la generación térmica.
Hasta 1998 ese sistema cubría el 94 por ciento del territorio nacional y ya en el 99 se plantea una ley para vigorizar el servicio, ya que había caído la inversión del Estado venezolano, pero no tuvo apoyo.
En el 2001 ya se hablaba del déficit eléctrico y más tarde apareció el fenómeno de El Niño, al cual se le atribuyó la dificultad que se presentó con el suministro eléctrico al país.
La demanda de hace diez años era de 18 mil megavatios. Hoy en día está casi en la mitad de eso: diez mil megavatios a duras penas se están produciendo. Las plantas de El Guri no están en capacidad de generar la cantidad para la cual fueron construídas. Macagua produce 3.140 megavatios y Caruachi, 2.200 Entre las tres se llega a 6.500. La diferencia la cubren las termoeléctricas con 2.500 megavatios. Inevitablemente, se impone un racionamiento porque la demanda está por encima.
Lea también: #VIDEO Calles de Barquisimeto: Del caos a la oscuridad
Opacidad en información
Lo más grave es que con la falla de hace un año, se perdió el 20 por ciento de la capacidad de generación.
En un año no se sabe nada sobre las condiciones en que se encuentran las plantas de El Guri. Ni qué ha pasado con Tocoma después que Imsa, la empresa argentina encargada de la parte electromecánica dejara de trabajar, ni de lo que hizo Odebrecht, que estaba haciendo la obra civil. Se pagaron más de 6 mil millones de dólares y adicionalmente se requieren mas de 4 mil millones. Y se ignora si se seguirá haciendo ese proyecto.
Es de recordar que durante el gobierno de Raúl Leoni se construyó la primera casa de máquinas con capacidad de 250 megavatios cada una y la segunda casa con otras diez con 750 megavatios cada una.
Existen dos grupos de autotransformadores de 500 megavatioamperios (MVA).
¿Por qué ocurrió el apagón masivo?
Cuando se produjo el accidente del 7 de marzo de 2019 no se debió a sabotaje alguno como dijo el régimen, sino a causa de un incendio forestal, advirtió el ingeniero Joe Carrillo.
No se había hecho el mantenimiento de pica y poda debajo de las líneas de 750. Se elevó la temperatura y los tres alambres de esas líneas se calentaron y se dispararon las protecciones. El volumen de ese cortocircuito desestabilizó todo lo que estaba aguas arriba de El Guri. Además de las plantas de este, Caruachi y Macagua fueron afectadas. Eso fue lo que pasó. Se dañaron las máquinas. Nunca se supo cuáles fueron y también resultaron dañados dos de los autotransformadores.
Ante esta situación, sacaron uno que estaba de reserva en Las Velas, estado Yaracuy; y otro que se hallaba en San Gerónimo, Guárico.
Esos transformadores reducen el voltaje de 750 a 400 voltios. Nos preguntamos: ¿qué pasaría si se dañan esos equipos?, dijo Carrillo.
El estado más perjudicado en los momentos es el Zulia, cuya línea que sale de Las Velas va a El Tablazo y Las Morochas y llega a Santa Lucia, El Vigía, Santa Bárbara, La Grita y Uribante.
Conviene recordar que después de Buenos Aires, en 1887, la segunda ciudad en Latinoamérica que tuvo alumbrado fue Maracaibo en 1888 con motivo del centenario del nacimiento del general Rafael Urdaneta.
Nuevamente, dijo el ingeniero Carrillo, se nos ocurre preguntar si los dos autotransformadores que se dañaron fueron o no reparados… Si no, hay que cruzar los dedos, porque si la generación fue disminuida en el 20 por ciento, es escasa la confiabilidad en la transmisión por el reemplazo y, además, la pica y poda tampoco se ha hecho. Puede haber otro incendio Es por eso que las causas de un nuevo apagón masivo no han sido eliminadas y sus consecuencias, que aún estamos viviendo, pueden ser mayores.
Beneficios al exterior
Carrillo se refirió al poco interés del régimen por resolver el problema eléctrico que fue advertido en los noventa y la atención que dedicó a sus aliados del exterior. En este sentido utilizó 13 mil millones de dólares para proveer de energía eléctrica a Cuba, Nicaragua, Bolivia, Haiti, Dominicana, Jamaica, Granada, Guyana y otras islas del Caribe.
De igual forma a las plantas termoeléctricas de generación distribuida que adquirió el régimen eran usadas y, por tanto, fue un negocio hecho para beneficiar a Cuba. Y los 79 millones de bombillos ahorradores que fueron regalados.
Perspectivas
Considera nuestro entrevistado que existe la posibilidad de recuperar el servicio, claro está, si hay un cambio en el modelo político de Venezuela.
Porque hay más de cien plantas termoeléctricas, las nueve hidroeléctricas y más de mil subestaciones. De éstas, Lara tiene 27.
El régimen ha descuidado todo el SEN. Uno de los ejemplos más significativos es Uribante-Caparo, que se encuentra teotalmente deteriorada. Se han robado las compuertas y el sistema para elevarlas, motivo por el cual no se puede regular el agua.
A juicio del especialista, tenemos la posibilidad de la recuperación de los equipos, así como el sistema de generación, transmisión y distribución.
Y, además, se cuenta con la posibilidad de producir gas natural para las plantas dual, que utilizan también combustible líquido. Estas plantas son menos contaminantes y los periodos de mantenimiento son más prolongados.