El papa Francisco aceptó este viernes la renuncia de un cardenal francés que fue condenado y luego absuelto de encubrir a un cura pedófilo, un caso que obligó a la Iglesia en Francia a responder sobre los abusos sexuales del clero.
El cardenal Philippe Barbarin había presentado su renuncia cuando una corte de primera instancia en Lyon lo declaró culpable y lo condenó a seis meses de prisión en suspenso por no denunciar al cura depredador a la policía.
Francisco la rechazó, a la espera del resultado de la apelación, pero permitió que Barbarin dejara la administración diaria de la arquidiócesis en manos de su segundo.
En enero, después de su absolución por la corte de apelaciones, Barbarin dijo que volvería a ofrecer su renuncia para permitir que la iglesia en Lyon iniciara “un nuevo capítulo” con nuevos jerarcas.
El papa no designó de inmediato un nuevo arzobispo. La declaración del Vaticano solo dice que aceptó la renuncia. Barbarin tiene 69 años, seis menos de la edad del retiro de los obispos.
Se había acusado a Barbarin de no denunciar al padre Bernard Preynat a las autoridades civiles al enterarse de los abusos. Preynat ha confesado que abusó de Boy Scouts en los años 70 y 80. Sus víctimas acusan a Barbarin y otros jerarcas eclesiásticos de encubrirlo durante años.
Barbarin dijo en la audiencia de apelación que manejó el caso de acuerdo con las instrucciones de la Santa Sede.