Para consignar otro pliego de peticiones donde exigen sus justas reivindicaciones laborales y salariales, Orlando Alzuro, presidente de la Federación Venezolana de Maestros, acompañado por representantes de las distintas federaciones y sindicatos que agremian a los trabajadores del sector educativo en Venezuela, acudieron nuevamente a la Vicepresidencia de la república en el centro de la ciudad capital.
Aspiran a que, esta vez sí sean atendidas sus exigencias y reclamos por un gobierno que autocalificado de “Izquierda y Socialista” que, se autodefine como el gran defensor de los derechos de los pueblos oprimidos y de los más pobres, pero que sin embargo somete a la población venezolana al programa de ajustes macro económico más duro y fuerte de los que se han aplicado en América Latina en las décadas anteriores que, padece la más aguda crisis social y económica del último siglo y donde los déficits institucionales y políticos han generado preocupación en el modelo de democracia presidencialista hegemónico existente.
Según Oscar Meza. economista, director de Cendas-FVM, a cesta alimentaria supera los 24 millones de Bs, lo cual, con la dolarización e inflación existente, alcanza para el inicio del mes de marzo más de los 28 millones de Bs; mientras que Edgar Machado ad vierte que se requieren ingresos entre 350 $ y 400 $, para poder adquirirla según el tipo de cambio que se estime, lo cual hace imposible que un maestro, que un educador en Venezuela que devengan los salarios más bajos del continente entre 5$ y 50$ en los cargos de mayor calificación académica, puedan ni siquiera en soñar en comprarlos.
Advierten los educadores que las distintas autoridades a cargo del Ministerio de Educación en Venezuela, han eliminado cualquier mecanismo de evaluación y calificación del modelo existente, desde las tradicionales pruebas preuniversitarios, hasta las más elementales mediciones recomendadas por la Unesco para medir, determinar la calidad (suficiencia en las áreas de lectura, escritura, ciencias), señalándolas de discriminatorias, sin establecer planes serios, coherentes para impulsar una formación acorde con el desarrollo y evaluación de la humanidad en el último siglo. Aseguran que la fuga de talentos y principalmente de educadores en áreas técnicas y científicas, de idiomas, los déficits de docentes en áreas sensibles y complejas lo llevo a adoptar mecanismos de aprobación automática y a disminuir el nivel de los docentes encargados de dictarlas.
Afirman que a los problemas estructurales tradicionales en la educación venezolana, se suman ahora los graves problemas nutricionales y de operatividad para garantizar una educación con suficiencia y calidad. Sin embargo, asegura Orlando Alzuru los distintos gremios y sindicatos educativos en Venezuela no cesarán en su empeño de garantizar las mejores condiciones laborales y salariales para los trabajadores docentes y por supuesto la mejor calidad posible para así lograr el mejor futuro para todos los venezolanos.
El presidente de la FVM hizo un llamado a la comunidad de padres y representantes para que se preparen a luchar por la educación y el país que se merecen.
