Los israelíes votaron este lunes en sus terceras elecciones en menos de un año, algo sin precedentes, para decidir si el veterano primer ministro, Benjamin Netanyahu, sigue en el poder pese a su próximo juicio por corrupción.
Netanyahu, el mandatario que más tiempo ha pasado en el poder en la historia del país, lleva más de un año como primer ministro en funciones, durante dos elecciones inconcluyentes y una prolongada parálisis política en un clima de división.
Los sondeos de opinión apuntaban a otro resultado sin ganador claro, y Netanyahu buscaba un impulso de última hora para formar una mayoría parlamentaria con otros partidos nacionalistas que le diera su cuarto mandato seguido, y quinto en total.
Una vez más, el mandatario afrontaba un duro desafío del exjefe militar Benny Gantz. Su partido centrista Azul y Blanco aparecía igualado en las encuestas con el Likud de Netanyahu, tras una campaña en la que alegó que el mandatario no debe seguir en el gobierno debido a las graves acusaciones en su contra.
Ambos partidos parecían incapaces de formar coaliciones con sus aliados tradicionales. Con la posibilidad de un gobierno de unidad entre ellos aparentemente descartada tras una campaña especialmente agresiva, la votación del lunes bien podría convertirse en el preámbulo de nuevos comicios.