Las autoridades de salud de Estados Unidos se apresuraban el viernes para tener listos los exámenes de detección del coronavirus en todos los estados, mientras que el gobierno del presidente Donald Trump indicó que podría recurrir a una ley de defensa de hace 70 años para garantizar la disponibilidad de equipo de protección en caso de que el padecimiento se propague.
Dos estadounidenses más dieron positivo a la enfermedad COVID-19 dentro de un grupo de pasajeros del crucero Diamond Princess que fueron puestos en cuarentena, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. En tanto, el condado de Santa Clara en California reportó otro caso, con lo que el total nacional se elevó a 63.
Las autoridades de salud confirmaron que el caso de Santa Clara es el segundo en Estados Unidos que se cree fue contagiado a una persona que no viajó al extranjero ni estuvo en contacto cercano con alguien infectado.
La Organización Mundial de la Salud subió el nivel de riesgo para el virus a “muy alto” mientras sigue propagándose por todo el mundo. El viernes por la tarde, el Departamento de Estado emitió un aviso a los estadounidenses para que eviten hacer cualquier viaje no esencial a Italia, que ha registrado 900 casos. Ya se emitió una alerta de viaje para China.
Dos días después de que la Casa Blanca modificó abruptamente el rumbo planteado en un principio por el presidente Donald Trump _en el que había asegurado que Estados Unidos tendría consecuencias mínimas por el virus_, pasando a una movilización total de prevención dirigida por el vicepresidente Mike Pence, los mensajes del gobierno aún podían prestarse a interpretaciones distintas.
Tanto los operadores políticos del gobierno de Trump como los científicos no partidistas están de acuerdo en que el riesgo actual para los estadounidenses es bajo, aunque eso podría cambiar rápidamente. Pero algunos funcionarios políticos siguen ofreciendo garantías de que las preocupaciones se disiparán pronto, mientras que los científicos hacen énfasis en prepararse para circunstancias aún desconocidas.
“Reconozco que esto podría cambiar. Reconozco que la situación se podría deteriorar. Reconozco los riesgos”, comentó Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, a los reporteros el viernes. “Pero, dado lo que sabemos… me parece que el mercado ha ido demasiado lejos”.
Los mercados financieros seguían cayendo, con el promedio industrial Dow Jones en su peor semana desde la crisis financiera de 2008.
Más tarde, el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell señaló que el banco central recortaría las tasas de interés para apoyar a la economía, en caso de ser necesario. En el Capitolio, los legisladores de ambos partidos están trabajando en un proyecto presupuestario que será dado a conocer la próxima semana y que se prevé proporcione dos o tres veces más de los 2.500 millones de dólares que la Casa Blanca había solicitado para las labores contra el brote del nuevo tipo de coronavirus.
Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, se refirió a la amplitud de las opciones bajo consideración, diciéndoles a los reporteros que el gobierno federal podría recurrir a la Ley de Producción de Defensa de 1950 para garantizar la producción de los suministros necesarios para combatir al virus.